Tras accidentado escrutinio Biden es el nuevo presidente de EU | El Nuevo Siglo
<FOTO> El presidente Donald Trump dijo que "estábamos ganando en todas las ubicaciones clave… y luego nuestros números comenzaron a reducirse milagrosamente". <FOTO> El presidente electo Joe Biden aseguró que “la democracia a veces es complicada. A veces también requiere un poco de paciencia".
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Sábado, 7 de Noviembre de 2020
Redacción internacional

El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se convirtió en presidente electo de Estados Unidos.

Biden habría superado los  270 votos electorales necesarios para conseguir la Presidencia tras ganar los 20 correspondientes al estado de Pensilvania.

Con su victoria allí, Biden se haría acreedor de 273 votos electorales por 214 de su rival y actual presidente, Donald Trump, pendiente de los resultados finales de las votaciones en los estados de Nevada, Arizona, Georgia y Carolina del Norte.



Biden, de 77 años de edad y exvicepresidente de Estados Unidos bajo el mandato de Barack Obama, se convertirá así en enero del año próximo en el presidente número 46 de Estados Unidos.

El presidente Trump, rompió su silencio en Twitter con un mensaje en mayúsculas en el que vuelve a atribuir al fraude en el voto por correo la ventaja de Biden.

"No se ha permitido a los observadores entrar en las salas de recuento. He ganado las elecciones. He tenido 71.000.000 de votos legales. Han ocurrido cosas malas que no han permitido ver a nuestros observadores. Nunca había pasado una cosa así. ¡Se han enviado millones de votos por correo de gente que jamás los solicitó!", afirmó en su cuenta oficial y personal en Twitter.

Posteriormente destacó que su votación es "la mayor cifra de votos jamás conseguida por un presidente en el cargo".

EL NUEVO SIGLO hace un recuento de los principales acontecimientos de esta apretada y atípica elección que se resolvió este sábado a favor del candidato demócrata, en medio de acusaciones de fraude, solicitudes de reconteos y un tenso ambiente social que ya ha producido levantamientos en algunas zonas del país.

Con una participación electoral de más de 160 millones de votantes, la elección tiene una tasa de abstención del 33%, la más baja en los últimos cien años. La participación de votantes jóvenes se disparó y aumentó en un 52% con respecto a las elecciones anteriores.

Tras el cierre de las votaciones en todo el territorio, el martes 3 de noviembre, el presidente Donald Trump exigió que los estados dejaran de contar votos porque la jornada había concluido. Esta petición fue obviada por varios gobernadores demócratas que permitieron seguir con el conteo de los votos por correo que llegarán hasta el viernes siempre y cuando tuvieran matasellos postal anterior al fin de la jornada. Trump dijo que pediría a la Corte Suprema que detuviera el recuento extemporáneo que desde esta perspectiva era fraudulento.

Así las cosas el presidente electo Biden, quien estaba empatado con el presidente en el cambiante estado de Wisconsin, logró aventajarlo el miércoles por unos 11.000 votos cuando llegaron más papeletas de Milwaukee. Al poco tiempo se impone en Michigan después de que en este estado también lideró la votación el presidente durante toda la noche. Similar situación ocurría en Pensilvania y el equipo del presidente exigió detener el recuento de votos.

Pensilvania había contabilizado solo el 44% de los votos ausentes hasta el miércoles y más de 1.4 millones de boletas quedaron sin contar, muchas de las cuales provenían de áreas donde los demócratas son mayoría como Filadelfia. Se presentaron las primeras manifestaciones populares de quienes exigen terminar los conteos y quienes solicitan continuar a pesar de que las boletas electorales ni siquiera hubieran llegado.

Ante esas situaciones el presidente Trump aumentó las acusaciones de fraude y prometió llevar el caso a la Corte Suprema para asegurar la integridad de la elección. "Queremos que se detenga la votación", dijo Trump en una conferencia de prensa en Filadelfia. En medio de la controversia, Carolina del Norte anunció que no actualizará el recuento de votos hasta el 12 de noviembre. Trump presentó una demanda en Michigan que fue desestimada por las autoridades locales que acusaron al mandatario de querer “confundir y ofuscar” al electorado.

Tras una prematura adjudicación, por los medios de comunicación, de algunos estados clave como el de Arizona, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi reclamó la victoria de Biden. La funcionaria fue criticada no solo por su declaración, sino por miembros de su mismo partido que reprocharon el pobre resultado a la Cámara de su colectividad que los llevó a perder al menos 5 escaños.

Tras continuarse el conteo en Georgia, la campaña de Trump presentó una nueva demanda en ese estado alegando que los trabajadores electorales contaron incorrectamente algunas boletas por correo. La petición alegó en una declaración jurada que un observador de la campaña de Trump vio a un trabajador electoral colocar incorrectamente más de 53 boletas por correo tardías con una pila de boletas a tiempo. La ley de Georgia prohíbe contar las boletas por correo recibidas después de que las urnas el día de las elecciones cierren. Esta demanda se sumó a las de Pensilvania y Michigan. Mientras Biden se comprometió a luchar para asegurar que cada voto fuera contado.

Ante las crecientes demandas, el Departamento de Justicia dijo a los fiscales federales que podrían enviar oficiales armados a lugares de conteo para investigar un posible fraude, decisión criticada por los demócratas, pero permitida por ley únicamente en el recuento de votos.

La ventaja del presidente Trump en Georgia se redujo a unos 23.000 votos y su rival demócrata quedó a 0,5% durante la noche del miércoles. A la mañana siguiente Biden ganaba el estado 36 horas después del cierre de las mesas.

Jueves

En la mañana del jueves se confirmó la noticia de que el partido republicano sumaría al menos a 13 mujeres a sus filas en la cámara baja con lo que podría tener hasta 33 mujeres representantes, un récord histórico para la colectividad. Entre tanto el liderazgo de Trump disminuyó en Pensilvania, cuando aún faltaban más de 750.000 votos por escrutar.

Ante la extrañeza del comportamiento de los votos postales el presidente tuiteó "STOP THE COUNT" a sus 88 millones de seguidores. Un mensaje que aunque fue criticado por sus opositores, fue estudiado por los tribunales en días posteriores. El mandatario aclaró que todas las boletas legales deben contarse debidamente pero las extemporáneas no.



Entre tanto la campaña de Biden dijo que 'la victoria era inminente' tras haber cerrado la brecha en Georgia, a pesar de que el candidato no declaró su victoria, ni lo hizo días después consciente de que la elección no había terminado.

Ese mismo día quedó claro que la porción de votos del senador republicano David Perdue en la carrera por el Senado de Georgia llevaría a una segunda vuelta en enero con lo que los conservadores estarían cerca de conservar su mayoría en la Cámara Alta.

Por otra parte en medio de las acusaciones de fraude un juez de ese estado en cuestión, rechazó la impugnación de la campaña de Trump al conteo de votos en el condado de Chatham que buscaba que no se tuvieran en cuenta las boletas que llegaron tarde.

En medio de una creciente indignación popular el registrador del condado de Clark en Nevada, Joe Gloria, dijo que estaba preocupado por su integridad personal y que el condado había reforzado las medidas de seguridad a la luz de una serie de enfrentamientos que ocurrían en todo el país en los centros de escrutinio.

Desde entonces el estado de Pensilvania ha anunciado que tendrá los resultados en cuestión de horas, situación que aún no ha sucedido. La secretaria de Estado de Pensilvania, Kathy Boockvar, dijo que su estado podría tener un ganador al final del día  jueves. "Parece que hoy tendremos la abrumadora mayoría contada" dijo. De haberse cumplido el vaticinio el exvicepresidente hubiera conseguido los votos electorales necesarios para ser presidente, pero aún no los tiene.

Después de la decisión del juez estatal de Georgia, un colega de Michigan desestimó también una demanda republicana que alegaba que a sus funcionarios se les negó el acceso adecuado para observar los sitios de votación.

Ante las delicadas situaciones descritas Biden hizo una breve aparición en los medios, donde se refirió a las crecientes muertes por la pandemia de coronavirus y nuevamente expresó confianza en el resultado. "No tenemos ninguna duda de que cuando este conteo termine, la senadora Harris y yo seremos declarados ganadores", dijo Biden. “La democracia a veces es complicada. A veces también requiere un poco de paciencia" agregó.

En ese momento el presidente Trump convoca a una rueda de prensa y aseguró que le están robando las elecciones. En un discurso sin precedentes en la Casa Blanca, el mandatario dijo que los funcionarios electorales en varios estados eran "parte de una maquinaria demócrata corrupta" que habría fabricado resultados electorales falsos. Prometió luchar contra el resultado en la Corte Suprema. "Estábamos ganando en todas las ubicaciones clave, en realidad mucho, y luego nuestros números comenzaron a reducirse milagrosamente en secreto", dijo Trump. "Esto no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos". Atacó a los funcionarios electorales, los medios de comunicación y las grandes empresas tecnológicas, que apoyaron a Biden en los estados clave en los que se redujo su diferencia como Pensilvania y Georgia.

Biden por su parte rechazó las afirmaciones de Trump sobre manipulación de votos y dijo que “no ahora, nunca. Estados Unidos ha llegado demasiado lejos, ha peleado demasiadas batallas y ha soportado demasiado para permitir que eso suceda". Trump, durante su discurso avisó que impugnaría los resultados en Michigan, Pensilvania, Georgia y otros estados, donde afirmó que se presentaron los fraudes.

Después de la declaración del mandatario, cientos de partidarios de Trump protestaron afuera de una oficina de elecciones en Phoenix, mientras los trabajadores procesaban las boletas en el interior. Estos disturbios y la posibilidad de que Biden se hiciera con la presidencia llevaron a que el Servicio Secreto reforzara la seguridad del exvicepresidente.

Biden adelanta a Trump

Nuevamente en la madrugada, Biden toma el liderazgo en Georgia, un territorio que no ha sido ganado por un candidato presidencial demócrata desde Bill Clinton. Los 16 votos electorales del estado podrían hacer que el demócrata se proclamara presidente pero considerando la escasa diferencia, todos siguen a la espera.

Durante la nueva jornada todos los ojos se pusieron en los 4 estados clave que no habían arrojado resultados definitivos sin embargo, estos son más lentos de lo pensado.

Ante lo apretado de la votación el gerente del sistema de votación de Georgia, Gabriel Sterling, dijo el viernes que el estado se estaba preparando para una auditoría y un recuento, y explicó el proceso para hacerlo; dijo que es probable que ocurra después de que se certifiquen las elecciones.

Ese mismo día Biden logró superar al presidente Trump en Pensilvania y en Georgia llevándolo al borde de la victoria. Los votos provenientes de Filadelfia continuaron sumándole a Biden en la carrera por los 20 votos electorales del estado, lo que lo colocaría por encima del umbral de 270 del Colegio Electoral.


  • Sugerimos: 

La campaña de Trump respondió y duplicó las acusaciones de fraude e “irregularidades” en los conteos. Matt Morgan, el consejero general de la campaña de Trump, repitió las afirmaciones anteriores de "votaciones por correo emitidas incorrectamente" y dijo que Georgia "se dirige a un recuento" después de que Biden se adelantara por 1.097 votos la madrugada.

La estrategia legal de la campaña de Trump para detener el conteo de boletas por correo no había tenido éxito hasta el momento considerando que, como se mencionó, jueces de Michigan y Georgia desestimaron las peticiones. A pesar de ello Morgan expresó su confianza en que Trump prevalecerá en su intento de reelección.

Entre tanto el presidente Trump emitió un comunicado afirmando que los demócratas habían frustrado los esfuerzos para garantizar una elección justa. Para proteger "la integridad de todo nuestro proceso electoral", Trump se comprometió a "seguir este proceso en todos los aspectos de la ley para garantizar que el pueblo estadounidense tenga confianza en nuestro gobierno".

Los republicanos de Pensilvania también presentaron una petición ante la Corte Suprema de los Estados Unidos pidiendo una orden que impida que los contadores de votos del estado acepten las boletas recibidas después del día de las elecciones.

Esta petición tuvo eco en las cortes que ordenaron una segregación de votos. Los funcionarios de Pensilvania, Minnesota y Texas deberán segregar algunas papeletas en caso de que no puedan utilizarse en el recuento final de votos.

Las boletas "segregadas", como su nombre lo indica, se separan de las demás por orden de un juez. En su mayor parte, están separadas porque llegaron después de que cerraron las urnas el martes, y el meollo del problema está en si los jueces luego dictaminan que las boletas son o no válidas.

Originalmente, los votantes tenían hasta el 9 de noviembre para proporcionar prueba de identificación si faltaba inicialmente, pero la secretaria de Estado, Kathy Boockvar, la extendió por tres días hasta el 12 de noviembre.

El jueves, la Corte emitió una orden en la que Pennsylvania segregara todas las boletas con problemas de identificación que se corrijan entre el 10 y el 12 de noviembre. Todavía tienen que emitir un fallo en el caso, pero un alto funcionario estatal no considera que las boletas sean determinantes si logran una diferencia en el resultado de las elecciones en el estado.

Como se señaló, esta medida busca que haya una manera fácil de eliminarlas del conteo final de votos en caso de que un tribunal las declare inválidas. Sin embargo, si la cantidad de papeletas segregadas no cambia el resultado de las elecciones, no está claro si cualquiera de las campañas luchará para que se les descarte.

Líderes y altos representantes de gobiernos de todo el mundo han felicitado en las redes sociales al presidente electo a través de numerosos mensajes unidos en su mayor parte bajo un tema común, la apertura de una nueva etapa de relaciones con la potencia norteamericana.

El primero en felicitarle fue el primer ministro irlandés, Micheal Martin. "Joe Biden ha sido un verdadero amigo de este país durante toda su vida y estoy deseando trabajar con él los próximos años", escribió.

"Felicidades a Joe Biden por su elección como presidente de Estados Unidos y a Kamala Harris por su histórico logro", señaló por su parte el primer ministro británico, Boris Johnson, subrayando que Estados Unidos es el "aliado más importante" de su país. "Estoy deseando trabajar estrechamente juntos en nuestras prioridades compartidas, desde el cambio climático al comercio y la seguridad".

A las felicitaciones a Biden y Harris se ha sumado el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. "Nuestros dos países son amigos cercanos, socios y aliados. Compartimos una relación que es única en el escenario mundial. Tengo muchas ganas de trabajar juntos y desarrollarla con ustedes dos".

Cientos de estadounidenses se reunieron en la Black Lives Matter Plaza de Washington D.C., en las inmediaciones de la Casa Blanca, para celebrar la victoria. En otras grandes ciudades también ha habido concentraciones espontáneas.