EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo avanza la iniciativa que busca crear la región central integrando a Bogotá con los 21 municipios de Cundinamarca?
RUBÉN DARÍO MOLANO: Estamos hablando de la región central que comprende la Sabana de Bogotá fundamentalmente.
¿Qué es lo que sucede? Que en esa región hay asentadas diferentes formas de organización política. Una es el Distrito Capital, que es además la capital del país, siendo también la capital de Cundinamarca. Está la Gobernación de Cundinamarca, que tiene sede en Bogotá, porque es su capital. Más 21 municipios que se han venido desarrollando teniendo como eje principal a Bogotá.
Cuando uno habla de integración, está hablando de la manera en cómo esos entes territoriales en el marco de las leyes de ordenamiento territorial pueden pasar a un modelo de administración del territorio de carácter colectivo y regional. ¿Por qué razón? Porque los problemas de la región ya no los puede resolver el plano municipal.
Una región que tiene elementos comunes como la estructura ecológica principal, como los procesos de urbanización, el tema de la calidad del aire, que tiene elementos comunes, no se puede manejar con 21 administraciones municipales más la de Bogotá.
ENS: ¿Por qué Medellín y Bucaramanga, que tienen su área metropolitana, han podido manejar ese sistema de una región y en Bogotá, con los 21 municipios de la Sabana, ha sido imposible?
RDM: Hay mucha más sensatez y menos antecedentes históricos problemáticos en esas regiones que en esta, y mayor voluntad política.
Nosotros tenemos un antecedente muy malo, que es el proceso de anexión de siete localidades en el año 54 bajo la dictadura en el marco de una Constitución centralista como la de 1886, que hizo que esos municipios no tuvieran más alternativa que anexarse a Bogotá y desaparecer como municipios.
Hoy tenemos una Constitución, que es la del 91, que creó la descentralización, la elección popular de alcaldes, que le dio facultades a los ciudadanos para definir sobre los territorios cuales son los modelos de gestión y administración que se requieren, y uno no puede decir en un escenario de estos, como dice el alcalde Peñalosa, que la solución es que los municipios de Cundinamarca se fusionen a Bogotá. El término no es adecuado ni el contexto es el real.
Debemos integrar un lenguaje que diga que tenemos que llegar a consensos y acuerdos con esas autoridades para manejar los problemas que son comunes, como los de movilidad.
Si nos integramos, si cedemos un poco, si entendemos además que es absolutamente necesario e indispensable, podemos crear un esquema distinto al que tenemos hoy.
ENS: ¿Qué labor debe cumplir el Congreso en este tema?
RDM: Toda, porque cometimos una barbaridad en la Constitución del 91 y es que no sé a quién se le ocurrió que la única región que tiene prohibida o que no tiene un marco jurídico constitucional para constituir la región central es esta. La Constitución no dijo nada sobre eso y hay que modificarla para poder darle paso a la creación de la región central.
Nuestra tarea como congresistas es impulsar un acuerdo para modificar la Constitución. Una vez modificada, expedir la ley que permita y defina ya las condiciones y los requisitos para iniciar la creación del área metropolitana y empezar a trabajar en eso.
Los próximos alcaldes y gobernadores, si son sensatos, deberían empezar, paralelo con lo que se haga en el Congreso, a crear mecanismos de cooperación y coordinación consensuados entre ellos para empezar a darle solución a los pocos problemas que puedan resolver, mientras se consolida el aérea metropolitana, que es el sueño y la solución que se puede dar para un manejo eficiente, equilibrado y sostenible de este territorio.