Seis militares muertos y siete heridos fue el balance de una emboscada perpetrada ayer por disidencias de las Farc, en el municipio de Buenos Aires (Cauca). Debido a varios hechos similares presentados durante este Gobierno, EL NUEVO SIGLO preguntó a varios analistas: ¿qué es lo que está pasando en cuanto al orden público en el país?
De acuerdo con información suministrada por el Ejército Nacional fueron asesinados los soldados: Jean Gilberto Rodríguez Obando, Jerson Rafael Mamián Mojomboy, Jhonathan Ernesto Ordóñez Pestaña, Luis Armando Vélez Moreno, Esleider Alexander Portocarrero y Yonny Saac Ruiz. Mientras resultaron heridos un oficial y seis soldados.
En horas de la madrugada se reportó la incursión armada con disparos de fusil, tatucos y granadas en la Base Militar Los Pinos en la vereda Munchique. Según información preliminar, presuntos integrantes de la estructura Jaime Martínez de las disidencias de las Farc hostigaron a los militares que se encontraban en el sitio.
Vale recordar que hace menos de una semana murieron otros tres militares en combates con disidencias de las Farc en el mismo departamento, pero esta vez en el sector de La Leona, corregimiento de El Plateado, municipio de Argelia.
¿Qué dicen los analistas?
Camilo González Posso, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), le dijo a EL NUEVO SIGLO que “estamos ante unas ofensivas de los grupos armados, particularmente de las disidencias de las Farc, que están buscando afirmar territorios para rutas del narcotráfico y allí enfrentan al Ejército cuando este los obstaculiza, como ocurrió en Suárez, en la ruta de El Naya, en la frontera con Ecuador, en el Putumayo, entre estas facciones de disidencias, y en Arauca, donde han hecho amenazas sobre hacer atentados este fin de año”.
“Yo creo que es una escalada de estos grupos que se resisten a entrar realmente en conversaciones de paz o en el desescalamiento del cese el fuego”, agregó.
Sin embargo, señaló que “no son homogéneos muchos de esos grupos que han dado señales de querer sentarse y otros están ocupados en el control del territorio y de las rutas”.
“En el último mes la situación se ha agravado en estas regiones. Tenemos identificadas situaciones críticas en 60 municipios, pero particularmente en algunos focos como son los del suroccidente en el Cauca, costa nariñense y Putumayo, que es el más crítico, e igualmente las situaciones de Arauca, que han continuado muy tensas, lo mismo que en otras partes del país”, sostuvo.
“Hay, además, mucha criminalidad dispersa que no depende de esas estructuras. Tenemos más de 700 bandas locales o grupos delincuenciales organizados que están fuera de control”, subrayó.
“En cuanto a enfrentamientos contra la Fuerza Pública han disminuido en los últimos años, desde la administración Duque para acá, y eso ha continuado con esporádicas acciones. No es una situación como cuando estaban las Farc, que era todos los días, todas las semanas había un episodio de confrontación de la Fuerza Pública; aquí eso ha cambiado, ese tipo de dinámicas, porque han cambiado los objetivos de estos grupos, que son más económicos, y chocan con la Fuerza Pública solo cuando les dañan un negocio”, afirmó.
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Presión militar
El profesor Alejo Vargas, creador del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional, le dijo a EL NUEVO SIGLO que “yo he venido diciendo que está muy bien la propuesta de la paz total, que efectivamente la comparto, pero que eso de ninguna manera significa que el Gobierno disminuya la presión militar sobre estas organizaciones, focalizando en determinadas áreas donde el tema es más complejo”.
“Lo que evidencia la acción militar de estas disidencias es que están en una lógica de golpear a la Fuerza Pública y eso puede llevar a que en un momento dado la situación se torne muy compleja y pueda afectar la política de paz del Gobierno”, apuntó Vargas.
“Ha faltado mayor atención por parte de la oficina del Alto Comisionado para tratar de formalizar un tipo de conversaciones con estos grupos, dentro de los cuales está la posibilidad de llegar a fórmulas del cese el fuego que sean una prioridad. Pero si ese tipo de golpes continúan me parece que puede ser un factor que incida negativamente sobre la política de la paz”, advirtió.
“Cualquier posibilidad de ceses bilaterales con el Eln evidentemente tiene mucho que ver con lo que pase con estos encuentros regionales con las Farc, porque hay regiones donde estos dos grupos disputan controles territoriales y demás. Si no hay una situación de acuerdos con estos grupos en determinadas regiones, la posibilidad de llegar a ceses bilaterales con el Eln puede aplazarse, porque no van a cesar el fuego en regiones donde estén en conflicto con disidencias de Farc, donde se demuestra que estas últimas están a la ofensiva”, concluyó.
El exsecretario de Seguridad de Bogotá Hugo Acero le dijo a este diario que este hecho es lamentable, “donde unos militares pierden la vida de una manera muy vil, pero son acciones que buscan este tipo de organizaciones para posicionarse como un grupo beligerante y que tiene capacidad para poner unas condiciones en una mesa de diálogo. Esas condiciones que las miden en términos de muertos y en términos de ataques. Se requiere esa salida dialogada, pero también se requiere contundencia de parte del Estado para enfrentar a estos criminales”.
“Las Fuerzas Militares y la Policía han perdido la iniciativa para enfrentar a este tipo de grupos en terreno. No hay que sentarse a esperar a reaccionar después de estos hechos y definitivamente hay que enfrentar a estos grupos de manera decidida”, indicó Acero.
Por su parte, el coronel retirado John Marulanda, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares, también le dijo a este medio que “si ese el pago inicial de la llamada paz total, estamos iniciando con pie izquierdo algo que suena muy prometedor, con un horizonte muy conveniente para los colombianos, pero que la cruda realidad nos demuestra que va por otro lado y es el ataque indiscriminado a la Fuerza Pública”.
“Colombia lleva 60 años de violencia interna, eso no se ha acabado y va a ser difícil que se acabe de un momento para otro. Y además este Gobierno está dando todas las facilidades para que los extremistas, sobre todo los de izquierda, se empoderen y empiecen a hacer de las suyas en el país, de modo que lo que estamos viendo es una contradicción al principio de esa política de paz del Gobierno”, aseveró Marulanda.
Consejo de seguridad
Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro señaló que convocó a un consejo de seguridad extraordinario para revisar la situación de orden público en el Cauca.
“La posibilidad de diálogos hoy no está circunscrita al cese de las operaciones militares”, advirtió Petro, al término del Consejo, que se realizó en la sede del Ministerio de Defensa en Bogotá.
El jefe de Estado precisó: “Solo hay un proceso concreto con el Eln. Y se va a abrir (otro), el día de mañana, con unas formaciones que son diferentes, que es una experiencia nueva, inédita, que es con organizaciones de jóvenes armados, muy ligados al narcotráfico en barrios populares de Buenaventura, que son los ‘Shottas’ y los ‘Espartanos’”.
A renglón seguido, el presidente Petro ratificó que, “en lo que resta, la posición es que la acción militar no cesa mientras haya una voluntad real de negociación; así que la Fuerza Pública no va a salir de la región caucana que desemboca en El Naya”.
De acuerdo con el presidente, la operación en la que murieron los uniformados es “de infiltración, es decir, premeditadamente se buscó el ataque, se planificó, de parte de la columna ‘Jaime Martínez’, que es de las Farc originales”.
En este sentido, el jefe de Estado indicó que “el Consejo de Seguridad, además de lamentar la muerte de estos muchachos, tomó unas medidas de reacción, de acción, que se van a desencadenar en Putumayo, en la zona caucana que he mencionado y en Arauca, donde también se están presentando conflictividades en crecimiento”.
Sobre estas operaciones que están en proceso, indicó que sus resultados se comunicarán posteriormente.
Reiteró que “el Ejército no va a abandonar la zona en donde permanece en este momento en el Cauca, que es a la entrada de la región de El Naya, que es la forma geográfica desde la Cordillera hasta el Pacífico”.
“Obviamente, tiene que ver con rutas de narcotráfico y otros, que utilizan el área difícil de El Naya para llegar hasta el Mar Pacífico”, puntualizó.