Por mérito, no por palanca | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Diciembre de 2019

No hay nada más odioso y frustrante que una persona no pueda acceder a un cargo si no tiene “palanca”. Infortunadamente esto ha sido y es la regla en casi todas las entidades públicas y muchas de las privadas.

Mucho de lo que está mal con Colombia se ve reflejado en esta costumbre, en este comportamiento que frustra los sueños de los jóvenes y no tan jóvenes.  La oportunidad de acceder y ascender en la vida se debe dar por el esfuerzo, la preparación y por el talento de una persona, no por a quién conoce y qué amigos tiene.

Por eso ha sido tan refrescante ver a Claudia López escoger su gabinete en Bogotá. Pidió hojas de vida, hizo unas “listas cortas” con las personas más idóneas y luego vinculó una firma cazatalentos para hacer la escogencia final. Tuvo en cuenta que hubiera suficientes mujeres, jóvenes, personas de diferentes etnias.

¿Que si todos los funcionarios de primer nivel van a salir perfectos? Claramente no. ¿Que si el mecanismo no tiene fallas? por supuesto que sí. Pero estas prácticas que promueven la meritocracia aportan a la construcción del país en el que yo quiero vivir, en donde una ciudad como Bogotá tiene una alcaldesa que busca contratar a los mejores.

A una escala menor me siento muy orgullosa de que en los municipios de Palmira y Jamundí, en el Valle del Cauca, los alcaldes electos -que por cierto son Verdes y jóvenes- estén haciendo ejercicios parecidos para llenar sus gabinetes. Buscando tener paridad de mujeres y gente idónea para cada uno de los cargos.

Para hablar de experiencias personales cuando tuve el privilegio de liderar iNNpulsa Colombia todo mi equipo fue escogido por concurso de méritos. Una de mis historias favoritas es que un día recibí un correo de un joven que trabajaba en un medio de comunicación y que quería entrar al equipo. Lo entrevisté, lo pasé por un proceso y no sólo fue uno de mis mejores colaboradores sino que hoy volvió a trabajar conmigo.

Estando en el Congreso de la República hice concurso de méritos para escoger a varias de las personas que hacen parte de mi equipo. El más reciente, lo hice para seleccionar al encargado del relacionamiento ciudadano y político en Cali. La respuesta fue maravillosa, en dos semanas de convocatoria recibimos 264 hojas de vida de personas que se enteraron a través de mi página web y de las redes sociales. Finalmente, fue escogida una mujer joven, preparada, con los requisitos idóneos para el cargo. Alguien a quien no habría conocido si no hago una convocatoria masiva.

¿Cómo contrasta esto con lo que pasa a diario en una empresa privada o para entrar al Estado? Lamentablemente en muchos cargos públicos sigue primando la “palanca” sobre el talento o las aptitudes. Para tener cambios significativos en los gobiernos regionales y en el nacional necesitamos armar los mejores equipos, contratar a las personas idóneas. ¡Por eso yo digo por mérito no por palanca!