Más restricciones por alta transmisibilidad de ómicron | El Nuevo Siglo
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Martes, 21 de Diciembre de 2021
Redacción internacional

GRAVEDAD es una cualidad de grave que, a su vez, se define como algo grande y de mucha importancia. Y dentro de esta descripción de la Real Academia de la Lengua como puede calificarse la situación que hoy registra el mundo ante la desconocida y contagiosa variable ómicron.

Con su acelerada expansión e impacto en el aumento de casos diarios del coronavirus en varios países que como España ayer con 49.823 contagios registró la mayor cifra desde el inicio de la pandemia, o el fin de semana Reino Unido que el domingo informó un récord (por tercer día consecutivo) de nuevos casos con 93.045 y Alemania que hace dos semanas alcanzó una cifra inédita, 75.961, ómicron pasó de preocupar a asustar al mundo.

Las consideraciones iniciales en el sentido de que no representaría gravedad porque en términos generales sus síntomas son leves y, por tanto, no sería letal comienzan a revaluarse con las estadísticas de esta nueva variable: está en un centenar de países, es la dominante en varios de ellos, su velocidad de expansión es mucho mayor a las de sus antecesoras, ha desarrollado nuevos linajes y ha segado la vida de 20 personas en Reino Unido, una más en Estados Unidos y presumiblemente decenas en Sudáfrica, donde fue detectada el pasado 9 de noviembre.   

En espera de evidencia científica que devele su comportamiento y que tanto resiste a las vacunas, el veloz avance de ómicron forzó a varios gobiernos a reimponer restricciones de cara a las celebraciones de Navidad y fin de año. Las mismas van desde el uso obligatorio del tapabocas hasta el aforo en reuniones privadas. Y, otros optaron por confinamientos totales como en varias provincias chinas o preventivos, caso de algunas regiones de Australia y Noruega.

Anticipándose a las proyecciones, la nueva variante ya es la dominante en Reino Unido, Dinamarca y Estados Unidos. Va camino a serlo en el resto de naciones europeas, mientras que en América Latina y el Caribe comienza a darse la transmisión comunitaria y su presencia en lugares impensables, como en la chilena Isla de Pascua tras estar 15 meses libres de covid.

Europa se mantiene como el foco de la pandemia, con un alto pico en esta cuarta ola impulsado por ómicron. Si bien Alemania y Reino Unido empezaron a registrar un leve descenso en los nuevos positivos diarios, ocurre lo contrario en España que este martes no sólo alcanzó un récord de contagios diarios (49.823), sino que la mitad de éstos son de la nueva variante.

Según el Ministerio de Sanidad, entre el 6 y el 12 de diciembre, el 47% de los nuevos contagios se debieron a la variante ómicron, mientras que la incidencia (otro factor determinante en las matemáticas del covid) llegó a 695 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. 

España, con cerca de 47 millones de habitantes, acumula 5.585.054 contagios y 88.887 fallecidos por el coronavirus desde el inicio de la pandemia. Y ante este rebrote por ómicron, el gobierno se reunirá este miércoles con los presidentes de las regiones, para evaluar medidas sanitarias adicionales e inclusive extremas, como el toque de queda de 1a.m. a 6 a.m. y el cierre de discotecas que planteará Cataluña.

La alarma allí es alta pese a ser uno de los países con la mayor tasa de vacunación: un 89,7% de la población mayor de 12 años está totalmente vacunada y, además, fue uno de los primeros de Europa en aplicar la vacunación para los niños de 5 a 11 años, el 15 de diciembre.

 

Más medida posnavidad

Con un llamado a la responsabilidad individual en la observancia del uso del tapabocas (inclusive en interiores) y ventilación de espacios, los gobiernos de Europa y Estados Unidos instaron a mantener la celebración de navidad, caracterizada por encuentros familiares, pero anticiparon nuevas restricciones para el fin de año.

Así, el gobierno alemán dijo que a partir del 28 de diciembre se restringirá el aforo en reuniones privadas (10 personas máximo descontando a niños menores de 14 años), se prohibirán la fiestas en bares y clubes en Año Nuevo y los grandes deportivos volverán a estar sin público.

"Esta pandemia nos preocupa a todos. Todos tenemos quejas y estamos cansados, pero eso no ayuda. Tenemos que unirnos de nuevo y, en muchos casos, mantener la distancia", sostuvo el canciller Scholz, tras indicar que "el riesgo de que los adultos no vacunados se contagien y enfermen gravemente ha aumentado con la nueva variante del virus. Por eso mi llamamiento, ¡vacúnense por su propia seguridad, la de sus seres queridos y por la de todos nosotros!

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, por su parte, dijo a los británicos que pueden "seguir con sus planes navideños", pero anticipó que de la situación epidemiológica dependerá la adopción de "más medidas después de Navidad"-

"La situación sigue siendo extremadamente difícil, pero también reconozco que la gente ha estado esperando saber si sus planes navideños se verán afectados", sostuvo el premier quien ratificó que su Administración hará "lo que sea necesario para proteger la salud pública".

De otra parte, anunció que su gobierno entregará 1.000 millones de libras (unos 1.320 millones de dólares) en ayudas para las empresas más afectadas por las consecuencias de la variante ómicron del coronavirus, calculadas inicialmente en unas 200 mil. Éstas podrán optar a estos recursos para aliviar el bajonazo en sus ingresos en esta época de fin de año, pero que se ha visto afectada por el avance de ómicron, especialmente bares y restaurantes que con las cancelaciones de las fiestas de final de año vieron caer un 60% sus negocios.

Entre tanto, los gobiernos de Gales y de Escocia endurecieron varias medidas, como por ejemplo, limitar la asistencia a eventos deportivos. La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, prohibió los grandes actos en Nochevieja e impuso aforo en establecimientos para garantizar la distancia social.



Calma de Biden

En Estados Unidos, donde en solo tres semanas ómicron desplazó a delta como la variante dominante, al ser responsable del 73,25% de las nuevas infecciones durante la semana que terminó el 18 de diciembre, la posición gubernamental es más tranquila.

"Todos deberíamos estar preocupados por ómicron, pero no alarmados", dijo este martes el presidente Joe Biden en un discurso televisado desde la Casa Blanca. "Esto no es marzo de 2020. Estamos listos, preparados", sostuvo.

El presidente norteamericano citó "tres grandes diferencias" con el inicio de la pandemia, comenzando por la existencia de las vacunas, la abundancia de equipos de protección individual para el personal de salud que debe lidiar con el flujo de personas sin vacunar en los hospitales, así como el saber acumulado sobre el virus.

El mandatario advirtió sin embargo a quienes no están completamente vacunados que tienen "buenos motivos para estar preocupados" y que es su "deber patriótico" inmunizarse.

"Quienes decidan no vacunarse son responsables de sus propias decisiones, pero estas decisiones son alimentadas por la desinformación en la televisión y las redes sociales", lamentó, denunciando el comportamiento "inmoral" de algunas empresas que generan beneficios al permitir la difusión de mentiras "que pueden matar a sus propios clientes".

La Casa Blanca detalló más temprano la estrategia defendida por el presidente: pruebas de diagnóstico, capacidad de vacunación reforzada y medios suplementarios para los hospitales, pero sin nuevas restricciones antes de Navidad.

Las autoridades van a distribuir gratuitamente 500 millones de pruebas y movilizar unos mil médicos, enfermeros y miembros del personal médico del ejército.

Estados Unidos donará además más de 500 millones de dólares de ayuda suplementaria a organizaciones internacionales para lucha contra el covid-19 ante la irrupción de la cepa ómicron.

Según las autoridades sanitarias, la semana anterior la nueva variante apenas representaba 12,6% de las nuevas infecciones, pero ahora se relaciona con hasta 96,3% de los nuevos casos en tres estados del noroeste del país (Oregón, Washington e Idaho).

En otro grupo de estados del sureste, que incluye Florida, Alabama y Georgia, es responsable de 95,2% de los nuevos contagios: una proporción similar a la de otras regiones del país.

"Creo que nadie esperaba que se propagara tan rápidamente", afirmó Biden en su alocución, al tiempo que declaró que "considera" levantar las restricciones de viaje para ocho países africanos, el continente en donde apareció por primera vez la variante, ya que ómicron se encuentra ahora en el mundo entero.

"Sé que están cansados. (...) Y sé que están frustrados. Todos queremos que acabe, pero seguimos inmersos en ello", concluyó.

Entre tanto, en América Latina sigue evidenciándose la rápida expansión de ómicron, con cifras oficiales. Para citar solo dos ejemplos: En Ecuador se detectaron en la última semana 22 positivos a ómicron y 23 en México.

Como se ve la preocupación es global y de allí que el anhelado reencuentro navideño debe darse con la observancia de cuidados y protocolos de seguridad para evitar que se disparen los contagios y, con ello, la saturación hospitalaria. /