Cumple 80 años de su fundación la Universidad Pontificia Bolivariana y es motivo de regocijo tanto para la comunidad universitaria, como para Medellín, Antioquia y todo el país que se ha beneficiado enormemente con la contribución que por estas ocho décadas ha realizado la institución para la formación de profesionales que han hecho y hacen parte del liderazgo nacional.
Un cisma al interior de la Universidad de Antioquia ocurrido en 1936, provocó el retiro de un grupo de estudiantes y profesores de la Facultad de Derecho, que decidieron fundar una universidad donde pudieran profesar sus ideas sin restricción alguna. Lograron el apoyo del Arzobispo de la ciudad, quien les facilitó las primeras instalaciones locativas y la constitución de la universidad como persona jurídica de derecho eclesiástico. Así comenzó su vida una institución educativa, que con el paso del tiempo se ha convertido en el alma mater del desarrollo cultural y empresarial de la región antioqueña y de Colombia.
La universidad se convirtió en un baluarte institucional; hoy cuenta con 25.000 estudiantes, en 8 escuelas, 75 programas de pregrado, 126 especializaciones, 40 maestrías y 9 doctorados. Tiene su sede principal en Medellín y seccionales en Bucaramanga, Montería, Palmira y Bogotá. Es un centro académico donde conviven humanismo y tecnología, poniendo en el centro al ser humano y defendiendo la libertad de cátedra.
Por sus aulas han pasado importantes egresados que se han convertido en dirigentes nacionales y regionales, y su formación cultural y académica se irradia sobre todas las regiones del país. No solamente Presidentes de la República, Magistrados de las Altas Cortes, Ministros, Alcaldes, Gobernadores, empresarios, sino principalmente miles de profesionales comprometidos con la sociedad que contribuyen a su mejoramiento cotidiano.
Lo más importante han sido la preservación de los valores Bolivarianos; la formación de profesionales con gran calidad humana, preocupados por aportar el mejoramiento de la sociedad y de la vida de los colombianos. El espíritu Bolivariano se coloca como una impronta de todos aquellos que se forman en sus aulas y se mantienen los principios cristianos y democráticos que inspiraron a su grupo de fundadores.
Para quienes tenemos el privilegio de ser egresados de la Bolivariana no complace sobremanera haber podido contribuir en algo desde la docencia a la consolidación de esta gran institución. Nuestra sincera felicitación a la Universidad por sus ochenta años, a su Rector y a sus directivas; nuestro reconocimiento por la labor cumplida con sincero orgullo de ser Bolivariano.