América Latina enfrenta desafíos persistentes para alcanzar el cierre de las brechas de género. A pesar de los avances, las mujeres siguen enfrentando barreras significativas en diferentes aspectos de su vida. Desde el acceso desigual a la educación hasta la brecha salarial en el ámbito laboral, se afecta el desarrollo equitativo de la región. Es fundamental abordar estas dificultades de manera integral y promover cambios reales que conduzcan a una sociedad más incluyente y equitativa para todos.
Según datos de ONU Mujeres, se estima que para el año 2030 aproximadamente 20 millones de mujeres y niñas en América Latina y el Caribe vivirán en condiciones de pobreza extrema, con ingresos inferiores al umbral internacional de 1,90 dólares al día. Este pronóstico es alarmante y evidencia la persistencia de desigualdades profundas que afectan directamente a las niñas y mujeres en la región.
Una de las áreas críticas donde persisten las desigualdades de género es el acceso a la educación. La Unesco reportó que 4,1 millones de niñas y mujeres adolescentes en los países latinoamericanos estaban fuera del sistema educativo primario y secundario. Las niñas en zonas rurales enfrentan mayores obstáculos para acceder a la educación, manteniendo los ciclos y trampas de pobreza y marginación en ellas.
Además, persisten estereotipos culturales de género que limitan las aspiraciones y oportunidades educativas de mujeres y niñas. Por ello, es fundamental invertir en políticas y programas que promuevan el cierre de brechas, desde la educación, garantizando el acceso equitativo a una educación de calidad para todas las personas, independientemente de su género, etnia o ubicación geográfica.
Otro aspecto crucial de la desigualdad de género en América Latina es la brecha salarial y la discriminación en el ámbito laboral. Según datos de la Cepal, la disparidad en los ingresos laborales medios entre mujeres y hombres en América Latina fue significativa. De los 11 países de la región que proporcionaron datos, solo Panamá mostró un resultado cercano a la igualdad. Para el caso de Colombia, las mujeres ganan 6.3% menos que los hombres.
De igual forma, las mujeres asumen una carga mucho mayor de trabajo no remunerado, incluido las actividades del cuidado del hogar, de los hijos y de las personas mayores. Esto afecta significativamente su posibilidad de participar en el mercado laboral e impacta en su generación de ingresos. Las cifras (Cepal), revelan que la tasa de participación laboral de las mujeres en hogares con niñas y niños es del 61,6%, significativamente menor que la de mujeres en hogares sin responsabilidades de cuidado, que alcanza el 73,5%. Es esencial adoptar medidas para la promoción de políticas de cuidado equitativas.
A pesar de estos desafíos, las mujeres en América Latina continúan demostrando una notable resiliencia y determinación en la lucha por el cierre de brechas de género. Sin embargo, para lograr un cambio significativo, es fundamental que todos los sectores de la sociedad nos unamos. Esto incluye al sector privado, a organizaciones de la sociedad civil, y las políticas públicas, para cerrar las brechas de género y abrir de manera acelerada mejores espacios de oportunidades para niñas y adolescentes.
Es el momento de actuar de manera decisiva y unirnos mujeres y hombres, en apoyo de la igualdad de oportunidades de género, garantizando que todas las personas, independientemente de su género, tengan la oportunidad de vivir una vida digna y plena.