DURA la lucha por buscar una salida a la plataforma de Uber. No se ha logrado sacar este servicio del mercado y mucho menos de las calles. Se recurrió a la red para bloquear esta aplicación y hasta la fecha no ha sido posible. Todos los días los medios de comunicación se ocupan del tema y la ciudadanía vive esperando que va a suceder con este servicio de transporte, tan en boga por estos tiempos, mientras las organizaciones de taxistas se quejan pidiendo se termine con esta modalidad que, según ellos, les desfavorece y perjudica. Los diferentes ministerios, instancias hasta donde ha llegado la controversia, se tiran al pelota sin lograr una salida al problema, que nos cogió a todos por sorpresa demostrando con ello, que la tecnología seguirá atropellando los diferentes aspectos del diario vivir.
Por lo anterior emprendí la tarea de indagar sobre el tema desde un prisma imparcial, escuchando a varias personas y buscando conocer más acerca de esta modalidad de transporte, que entiendo se está esparciendo por varios países y tiene multitud se seguidores. Me comentan que se trata de una asistencia prestada con profesionalismo, atención, buenos modales y mucho respeto por parte de los conductores, quienes al volante se muestran respetuosos de las normas y dan seguridad a sus clientes. Sostienen mis interlocutores que la presentación de los vehículos, especialmente al interior es excelente, esto añadido a la pronta respuesta en tiempo a su llamado. Por lo tanto estamos ante una solución importante de transporte en determinados momentos de diario trajinar.
Ahora dirijamos la mirada al servicio tradicional, para lo cual hable con varios amigos quienes sin mayor análisis ni razonamiento coincidieron en lo deficiente de este servicio por múltiples razones, que seguramente me haría reiterativo al describir, pero todas sustentadas en experiencias dolorosas o tristes, donde el irrespeto por los usuarios es el pan de cada día. Es por ello que muchas personas se inclinan hacia la conveniencia personal de contar con los Uber.
Al consultarlos por la controversia entre la mencionada plataforma Uber y los tradicionales, las expresiones tendieron a pedir la permanencia de los primeros, demando una sana competencia, es decir piden que los taxis amarillos compitan con buen servicio, compromiso y profesionalismo. También que el ejemplo de los Uber sea seguido de los otros colectivos del transporte, buscando que a cambio de protestas, manifestaciones y demás, muestren orden, administración y compromiso. Como podrán ver mis amable lectores, el asunto para el usuario no es de color, ni plataforma o tecnología, es de respeto por el pasajero y buen servicio. No es mucho el pedido, basta un poco de compromiso, algo de educación y profuso control. De seguir las cosas como van, será la policía el recurso para dirimir la controversia.