Adiós al Sans Façon - El San Fasón | El Nuevo Siglo
Domingo, 28 de Julio de 2024

Las Hermanas Dominicas de la Caridad de La Presentación, comunidad fundada por la humilde, piadosa y caritativa beata Marie Poussepin, ha tomado una dolorosa decisión, que no está por fuera de la realidad de muchas otras instituciones educativas ante la baja de estudiantes y el no pago de las tasas educativas: el cierre definitivo a finales del calendario escolar de 2024 del Colegio Sans Façon, conocido como “El San Fasón”, fundado en 1898 y ubicado en su sede de la calle 170 desde 1961, iniciando labores en esa ubicación el 1º de febrero de 1962, por entonces, bajo la mano firme de la madre Soledad María, una de las 24 madres rectoras y, últimamente de un laico, contratado a medio tiempo, pues es docente del Distrito. Por eso, cuando pregunté por la madre rectora, me dijeron: “La madre rectora es un señor”.

Muchos creyeron siempre que Sans Façon era algún santo francés, pero, en realidad, cuando el Noviciado de las Hermanas de la Presentación comenzó a crecer, su directora, Mere Marie Gertrude, hizo negocio con los dueños de los lotes contiguos a la Estación de la Sabana y le compró el terreno al  comerciante francés, Goury du Rosland, quien lo había bautizado como Sans Façon, lo que significa sin forma, sin cumplido, sin ceremonia, sin afectación , es decir, sencillo, acorde con el lema del Colegio: Piedad, sencillez y trabajo.

El Colegio Sans Façon, funcionó en el predio Sans Façon hasta 1958 y allí estudiaron mi mamá y mis cuatro tías maternas, hasta que la sede se trasladó a la 170, donde ellas culminaron su bachillerato.

Por entonces, las cornetas de las monjas resonaban estruendosamente y, las familias católicas emergentes, confiaban la educación de sus hijas a las religiosas, pero, cuando lo visité hace un par de años, tras la pandemia, una de las hermanas me manifestó que, de tener más de dos mil quinientos estudiantes, en los últimos años no llegaban a ajustar sino escasos doscientos. Las Hermanas de la Presentación llegaron a Colombia el 21 de junio de 1873, con una misión bien definida por el carisma de su fundadora: «educación, salud y servicio a la parroquia». Solidarias con los más pobres y necesitados, ejerciendo labor social y pastoral en: leprocomios, hospitales, ancianatos, guarderías, orfanatos y colegios.

En muchos países, la baja tasa de natalidad ha generado una disminución en la cantidad de estudiantes. Las familias que tienen uno o dos hijos suelen optar por colegios más costosos y bilingües, buscando una educación de mayor prestigio y con proyección internacional. Este fenómeno ha llevado a que muchas instituciones educativas tradicionales, como el Colegio Sans Facon, hayan enfrentado serias dificultades para mantenerse operativas. La competencia contra currículos más sofisticados es intensa, lo que obliga a las instituciones con menos recursos a cerrar sus puertas. Es una realidad triste y desafiante que afecta no solo a las comunidades educativas, sino también a la diversidad y accesibilidad de la educación.