¡Vivir para ver! Con la moral de la mata de mora se espera que los viñedos den peras y los perales uvas, que el robo de celulares se solucione no usándolos o pactando la devolución, el problema del narcotráfico acordando disminución de penas y dejando a los mafiosos parte de las utilidades, el de hacinamiento en las cárceles no construyendo más centros de reclusión sino liberando presos, garantizar la protesta obligando a los policías que permitan las injurias de los manifestantes, encuadrar la reforma agraria con la compra a la federación de ganaderos de tres millones de hectáreas sin ganado, -posteriormente se definirá, distribución, cultivo y ejecución de un programa de vivienda rural-, la de salud impulsando el revolcón a las empresas prestadoras del servicio, la laboral cambiando los contratos.
Curioso que los altos funcionarios duerman en plumones de ganso, arbitrario que las mesadas pensionales disminuyan inconstitucionalmente, que se grave la harina y que se amase menos pan, que se modifique la estructura de las Fuerzas Armadas y al aligerar escalafones los soldados asciendan a generales.
Los partidos liberal y conservador al declararse de gobierno adoptaron posición al revés, contradijeron sus principios y pusieron fin a la participación histórica incumpliendo el compromiso con los electores que votaron contra el desorden.
Erróneo sostener que, si el petróleo y el gas son contaminantes, no importa la ausencia de modelo energético de reemplazo, que urge acabar exploración y producción, desmantelar infraestructura, pero que las empresas de hidrocarburos paguen mayores tributos en su condición de personas jurídicas con independencia de las sumas que entregan por regalías como compensación por el daño al extraer recursos naturales no renovables.
Extraño afirmar que los impuestos a las iglesias son indispensables e inducir a los prelados de las diversas religiones el traslado de la carga a los fieles.
Flojo el argumento de que el capital construido por los padres y abuelos no responde a la labor de los descendientes y adicionar gravámenes ya pagados por los difuntos ordenando la entrega al fisco de una porción catalogada de ganancia ocasional.
No me había dado cuenta de la dimensión del cambio, ahora comprendo la frase de Marx: “La razón no siempre ha existido racional”. En el siglo XXI las inequidades y la pobreza se multiplican mientras el mundo se recalienta, los seres humanos divagan y la guerra deprime.
El populismo precede a la calamidad, habla de distribución de riqueza, al final es repartidor de pobreza, hay opciones más lógicas para superar el subdesarrollo.
El preámbulo del proyecto de reforma tributaria dice que su objeto es pagar una deuda histórica a la sociedad, esta tendría que recibir, no ser simplemente sujeto de cobro destinado a mermar el déficit fiscal. Conducente la información acerca de los recursos para inversión pública y en qué se utilizarían.
Fabio Lozano Simonelli cuya columna de opinión se titulaba “Al Revés y al Derecho”, si viviera tal vez hubiese cambiado el nombre por el de solamente "Al Revés".