ANDRÉS FELIPE RANGEL GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Sábado, 4 de Agosto de 2012

El gran dictador

 

“Más que inteligencia, necesitamos amabilidad y cariño”:Charles Chaplin enEl gran dictador.

“Lo lamento mucho, pero no quiero ser dictador. No quiero conquistar ni gobernar a nadie. Deseo ayudar a todos, judíos, gentiles, blancos o negros… Nuestra sabiduría nos ha hecho cínicos, nuestra inteligencia nos ha hecho duros y malos. Pensamos demasiado y sentimos poco. Más que maquinaria necesitamos bondad y ternura… ¡Soldados, en nombre de la democracia, unámonos!”, dice Charles Chaplin en El gran dictador, vehemente, interpretando a un barbero que ha tenido que soportar los horrores de la persecución de una dictadura y que es confundido con Hinkel, parodia de Hitler, mientras es conducido a dar un discurso sobre sus intenciones de dominar el mundo. El barbero responde con uno de los fragmentos más emotivos y mejor logrados del cine, y que en 1940, época en la que se estreno la película y en la que se desarrollaba la segunda Guerra Mundial, sonó como un grito de esperanza y libertad para la humanidad de su tiempo. (http://www.youtube.com/watch?v=DENKfyd1fgc. En este enlace pueden ver un video sobre el discurso).

La escena es genial, el barbero, interpretado por Chaplin, y que es confundido con Hinkel el dictador, está ante una tarima uniformado al estilo nazi. Su audiencia es soldados rígidos y con el cerebro lavado por el régimen, y Chaplin, en medio de esa audiencia, arranca con un discurso cargado de fuerza, esperanza y amor hablando de las atrocidades de las dictaduras, de la necesidad de recuperar el cariño y la unidad. De manera conmovedora y con tono firme ante todo el régimen, desnuda la tiranía y enarbola la humanidad, el amor al prójimo y la capacidad del ser humano para crear felicidad.

La historia reciente de nuestra patria, tristemente ha tenido mucho de lo que Chaplin desenmascara en su discurso. Si hoy no somos la nación que deberíamos ser es porque nuestro liderazgo no ha sido el que debería ser. En lugar de líderes con visión de país a futuro y con un genuino interés en servir con amor y honestidad a su gente, hemos tenido la historia trágica que se repite cada cuatro años. Líderes que sin corazón y con mucho interés han aspirado a las corporaciones publicas con el único interés de poder, dinero y beneficios propios. Todo esto ha saqueado los recursos y ha comprometido el desarrollo de la nación en el largo plazo. Pues en lugar de hacerse los planes y obras necesarios, los recursos han terminado en las cuentas de estos oscuros personajes.

Pero como bien decía Chaplin en El gran dictador “¡Soldados, en nombre de la democracia, unámonos!”. La historia puede cambiar, pero solo cambiará si nosotros cambiamos y si nos levantamos unidos por una visión renovada de país y como un liderazgo de servicio, movido tan solo por el deseo de amar a esta tierra y de construir un futuro mejor para nuestras generaciones.

@FelipeRangel81