¿Demócratas apoyarán a la que dijo Biden: la vice Harris? | El Nuevo Siglo
Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y compañera de fórmula en la reelección de Biden./Archivo AFP
Domingo, 21 de Julio de 2024
Redacción internacional con AFP

AUNQUE de seguro está conversado con los líderes del Partido Demócrata, no existe la certeza de que tanto ellos como las bases del mismo avalen a la compañera de fórmula y señalada por el presidente Joe Biden para reemplazarlo: Kamala Harris.

Pese a estar mejor posicionada en las encuestas, inclusive por encima de Biden en ese eventual escenario de ser la carta presidencial demócrata, se ubica muy lejos del expresidente republicano Donald Trump y tanto analistas como algunos otros líderes consideran que no tiene la fuerza para evitar el retorno del líder conservador a la Casa Blanca.

En esta situación inédita en la historia reciente de Estados Unidos se desconoce el procedimiento que seguirá el Partido Demócrata, una vez surtidas las primarias en todo el país y en la antesala de la Convención Nacional, para entregar el ‘testigo’ de la presidencial.

Si bien se especula que sería Harris, a quien el 46º presidente de Estados Unidos la convirtió en la primera mujer y la primera afroestadounidense en ser vicepresidenta, hay rumores de que se estarían considerando otros nombres desde la exprimera Dama, Michelle Obama, hasta parlamentarios y gobernadores sobresalientes.

La llegada de Harris al poder estadounidense fue de muy buen recibo a nivel nacional. Sin embargo, con el paso de los meses y ante escasos logros en la agenda encomendada, principalmente en el tema migratorio, comenzó a ser muy cuestionada.

Una 'vice histórica'

 

Hoy a sus 58 años y cuatro años después de romper el techo de cristal al convertirse en la primera mujer, y la primera persona de color, en acceder a la vicepresidencia de Estados Unidos en la consagración de una carrera fuera de lo común, puede estar en la antesala otro récoerd.

La dinámica y belicosa exsenadora demócrata de California permitió en 2020 que Joe Biden, de 78 años, obtuviera el apoyo de un electorado más diverso que buscaba estar mejor representado en la cima del poder.

Tanto es así que algunos dijeron que no votaron por Biden sino por ella, una abogada de padre jamaicano y madre india.

Vestida de blanco, en recuerdo a las sufragistas, Harris dio su discurso de victoria en noviembre de ese año rindiendo un emocionado homenaje a su madre y a quienes "sacrificaron tanto por la igualdad, la libertad y la justicia para todos".

"Pienso en ella, en las generaciones de mujeres, negras, asiáticas, blancas, latinas, nativas americanas, que abrieron el camino", lanzó.

Y saludando la "audacia" de Joe Biden al haberla elegido, prometió: "Podré ser la primera mujer en este cargo, pero no seré la última". "Porque cada niña que me está mirando esta noche ve que este es un país de posibilidades", añadió.

Con una carrera brillante, digna del mejor "sueño americano" a pesar de capítulos controvertidos, Harris soñaba con convertirse en la primera mujer negra presidenta de Estados Unidos.

Finalmente se postuló a la vicepresidencia pero, sin duda, con la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2024 y con la esperanza de romper entonces el techo de cristal definitivo.

Harris acumula ya varios títulos de pionera.

Creció en Oakland, donde su padre, profesor de economía, y su madre, investigadora del cáncer de mama ya fallecida, eran activistas de los derechos civiles.

Graduada de la Universidad Howard, fundada en Washington DC para acoger a estudiantes afroestadounidenses en medio de la segregación, recuerda regularmente su membresía en la asociación de estudiantes negros "Alpha Kappa Alpha".

Después de dos mandatos como fiscal en San Francisco (2004-2011), fue elegida dos veces fiscal general de California (2011-2017), convirtiéndose en la primera mujer, pero también la primera persona negra, en encabezar los servicios judiciales del estado más poblado del país.

Después, en enero de 2017, prestó juramento en el Senado en la capital estadounidense como la primera mujer del sur de Asia y la segunda senadora negra de la historia.

Como vicepresidenta tampoco abandonó definitivamente la Cámara Alta: según la constitución, ella podrá inclinar la balanza en caso de igualdad previsible en las votaciones del Senado, que desde este miércoles tiene 50 legisladores demócratas contra 50 republicanos.