Año difícil | El Nuevo Siglo
Jueves, 29 de Diciembre de 2016

Cierra 2016 con una nota baja para el Gobierno, la economía y el ánimo de los hogares.

Un ambiente enrarecido circunda el horizonte social y político del país. Muy parecido al escenario global.

El clima nacional luce opaco por cuenta principalmente de la corrupción. Los corruptos hicieron este año nuevamente de las suyas, en el sector público y privado.

Los saqueadores de recursos y estafadores están al acecho, listos para acertar el golpe bajo contra los bienes y buena fe de las personas.

El mundo termina este año contagiado de corrupción financiera, debacles bancarias, delincuentes en línea, pirámides, firmas no financieras captadoras de recursos, cooperativas de garaje, fachadas de libranzas y pagarés e inmobiliarias embaucadoras que estafan sin pena.

Sucede aquí y allá. Es un germen global que se propaga en lo público y particular. Delinquir sigue estando de moda en varios países donde se roban el dinero destinado a inversión social y salud.

Se apropian del ahorro de miles de personas a través de esquemas fraudulentos de captación que ofrecen rendimientos fuera de serie.

Constructores que roban el ingreso de personas ofreciéndoles castillos en el aire. Estafan con facilidad a ciudadanos de bien que caen en redes de fachadas con cara de inmobiliarias.

Las obras civiles en varios países se las roban, pero en Colombia es de marca mayor. Contratistas se apropian de inversiones, no cumplen proyectos, piden ampliar plazos, requieren más dinero y finalmente no entregan lo acordado.

Las obras viales y la salud en Colombia se las siguen robando. Algunos en la cárcel, muchos celebrando a sus anchas en las fiestas de año viejo.

En el exterior, la imagen de Colombia es buena por nuestras costumbres, diversidad cultural, recursos naturales, paisajes, café, mujeres bellas y hombres de trabajo.

Sin embargo, la corrupción es la piedra en el zapato. La desconfianza impera entre inversores que miran a Colombia. Precisan que aquí hay gente dedicada al dinero fácil, la trampal, la estafa, la ventaja sin importar el camino, pues el fin justifica los medios.

Empresarios en Estados Unidos y Europa quieren vincularse con empresas nacionales pero miden consecuencias. Señalan que en medio de tanta gentes buenas que son la mayoría, hay unos palos en las ruedas de la transparencia que impiden que el coche de la prosperidad ruede bien.

El saqueo a la salud, gabelas en contratos, privilegios, trampas, comisiones, sobornos, chantajes, prebendas y coimas, ensombrecen panorama nacional.

Compañías criminales de papel que les quitan de frente el dinero a ciudadanos a través de pirámides, pagarés y libranzas, son ejemplo de la frialdad con que depredadores de la buena fe actúan sin códigos.

Economía global termina este año con altibajos, necesitada de fondos para la salud, la desnutrición infantil, refugiados y migrantes, construcción de albergues, escuelas y centros de salud para desplazados por las guerras, violencia y odios políticos.

Parte de esos fondos que requiere el mundo para vivir mejor, están en manos de corruptos. Ojalá en 2017 podamos contra esa plaga.