Cuando la Corte Constitucional ordenó reducir las pensiones, desconociendo derechos adquiridos y actos legislativos que ordenaban respetarlos, advertimos, que lo importante es que en ese afán buscar sostenibilidad al sistema, el proceso habría que continuarlo, y el turno debía ser el de los sueldos elevados en el sector público, comenzando por los de los mismos Magistrados. Claro que sobre el punto nada se hará; por mirar la paja en el ojo ajeno, no vieron la viga en el propio.
Pero resulta que se hará todo lo contrario y precisamente en Colpensiones. La propuesta de reestructuración de la entidad, por la que se pagó a los asesores externos más de $2.000 millones, pone a la cabeza administrativa de la entidad a devengar unos mega sueldos, que sin duda van a ser los más apetecidos del Estado, violando de paso prohibiciones constitucionales para que ningún empleado devengue más que el Presidente de la República. La reestructuración es una sutil manera de eludir la prohibición.
Ya sabemos entonces para donde se irá el ahorro que tuvo el sistema con la rebaja pensional que ordenó la Corte. Los gastos de Colpensiones se dispararon, en el 2016 fueron $ 578 mil millones incluyendo gastos de inversión por $ 10 mil millones, para este año el presupuesto previsto presenta un incremento de $110 mil millones, subiendo a $20 mil millones la inversión.
Con la nueva estructura, el actual Presidente de Colpensiones termina devengando $ 50 millones mensuales con los incrementos y prestaciones; el mejor ingreso del Estado, vale por dos Senadores. Se crean 6 nuevas vicepresidencias, a los que les incrementan los sueldos. Las 11 vicepresidencias que ya existen pasan a ser gerencias y crean 4 cargos más, para un total de 15 gerentes, a las que les mantienen los ingresos de los vicepresidentes actuales. Pero hay algo más grave aún y es que las decisiones que se tomen quedan en cabeza de los terceros y cuartos niveles, liberando de responsabilidad al presidente y vicepresidente; trampa para eludir los carcelazos por las tutelas en favor de los pensionados que desacatan constantemente. Los sueldos de estos directivos oscilan entre 18, 20 y 22 millones que con las prestaciones llegan a 30, 33 y 35 millones respectivamente. Mucho más que el ingreso de un Ministro, que es segundo nivel después del Presidente.
Además, el equipo directivo será de trabajadores oficiales, no de empleados de libre nombramiento y remoción, lo cual les da una estabilidad aunada a un derecho a indemnización cuantiosa en caso de ser removidos.
La planta de Colpensiones pasó a tener 2.400 funcionarios, el doble de la que tenía el ISS para administrar “pensiones”. Cuando arrancó en el 2011 eran 920.000 pensionados, hoy son 1.300.000 los pensionados de Colpensiones.
Bueno, con semejante andanada y el despropósito administrativo del gigante estatal que será Colpensiones, una vez se firme el decreto de estructuración por el Presidente de la República, no se asusten los pensionados si nuevamente les rebajan las pensiones, pues la sostenibilidad del sistema lo requiere.