¿Has sentido la necesidad de volver a empezar? ¿Es algo que anhelas y a la vez temes? En ti está la maravillosa autopoiesis.
Hace ya cinco décadas, a principios de los años setenta, los biólogos chilenos Francisco Varela y Humberto Maturana crearon el término autopoiesis, para nombrar una característica fundamental de los sistemas vivos, comprendidos como redes: las moléculas nuevas que son producidas por el sistema interactúan con la misma red que las creó. Eso significa, ni más ni menos, que los seres vivos tenemos la posibilidad biológica de regenerarnos, transformarnos, por y para nosotros mismos. Nuestras transformaciones tienen una base biológica que sostiene los cambios que producimos.
El impulso por cambiar y transformarnos está presente en nosotros, aunque nuestras zonas de confort nos mantengan en la comodidad de lo conocido, así nos talle la situación particular que estamos viviendo. Sin embargo, aunque estemos amablemente instalados en nuestros dolores, hay una vocecita que nos llama al cambio, que nos recuerda la posibilidad siempre presente de modificar nuestras vidas para bien, de sanarnos y avanzar. ¿Identificas algo que requieras resolver hoy en tu vida? ¿Tiene que ver con tu familia, tu trabajo, tu salud, tus finanzas, tu proyecto de vida?
En todo momento estamos re-creándonos. La autopoiesis no solo hace alusión a un proceso celular, inconsciente y natural; también es una potencialidad emocional y cognitiva que podemos activar en cada presente. Cuando no damos crédito a esa voz interna que nos impele a movernos, la vida misma nos empuja a dejar lo conocido y movernos en medio de la incertidumbre: hacemos alguna enfermedad, sufrimos algún accidente, perdemos un trabajo, se cae un negocio… ¿Te ha pasado, o alguien q quien conozcas? Así los cambios que hayamos de dar nos parezcan muy difíciles de hacer, la autopoiesis de la cual gozamos nos ayuda a reconocer que nunca volvemos a empezar desde cero, pues estamos vivos y somos sistemas de terminación abierta: estamos en el océano de todas las posibilidades. Nuestras experiencias previas son valiosas.
Podemos reinventarnos tantas veces como lo necesitemos. Tenemos los insumos para hacerlo o la capacidad para adquirirlos. Entonces, ¿te invito a hacerte las siguientes preguntas: ¿qué necesito soltar aquí y ahora, que ya no me sirve para avanzar? ¿Hacia dónde requiero moverme? ¿Qué necesito para hacerlo? Sí, el miedo -que puede ser un impedimento que nos mantiene en la parálisis- también puede ser un trampolín para adquirir confianza y dar los pasos necesarios hacia la transformación. Dios nos dio la maravillosa capacidad para co-crear. Te invito a que con la certeza de la guía divina des pasos necesarios para tu propia autopoiesis, tu transformación en un ser cada vez más pleno. Re-crearnos es saber vivir.
@eduardvarmont