La sensibilidad por la conservación de especies animales y vegetales hoy está a flor de piel de la comunidad global. No puede ser de otra manera porque finalmente de la buena salud del planeta depende nuestra subsistencia como especie. El capítulo más reciente de este inconformismo en Colombia lo representa la Resolución 350 de 2019 expedida por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, en la cual fija una cuota global de pesca de 15.1 toneladas de aletas de tiburón y 475 toneladas de tiburón para la vigencia 2020.
Para tener un panorama del asunto aventuremos la siguiente cifra, un tiburón, en promedio puede pesar 100 kilogramos, sus aletas representan aproximadamente el 5% de su peso, de inmediato la pregunta que nos asalta es, ¿Cuántos tiburones se necesitan para cumplir la cuota? Se requiere que mueran 3.020 tiburones, un escenario desolador.
En este escenario para cumplir la cuota de aleta se requiere que mueran 3.020 tiburones, y la primera impresión que nos queda es que hay una diferencia de 173 toneladas (1.730 individuos) entre lo autorizado y los individuos necesarios para cumplir la cuota de peso, en otras palabras para cumplir la cumplir la cuota de aleta no se necesitaría matar 4.750 individuos sino 3.020, hagan el cálculo con la cifra que quieran y la verdad no hay relación directa entre la cuota de aletas, las toneladas autorizadas y los individuos que es necesario matar para cumplirla...sobran tiburones.
Por qué estamos tomando decisiones tan a la ligera para disponer de nuestros recursos naturales, y preocupa porque sostienen los expertos que nos quedan solamente el 10% de los tiburones que existían hace 100 años, nos estamos jugando la existencia de la especie.
Peor aún: desde el 2016 los tiburones se encuentran en el anexo dos de Cites y aun así la cuota de pesca se ha mantenido inalterada desde 2011, eso no es consecuente, máxime si ni siquiera las autoridades se han tomado el trabajo de realizar los estudios pertinentes para tomar decisiones. No extraña su inclusión en Cites, desde 2009 la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza viene sosteniendo que el 32% de las especies de tiburón están amenazadas de extinción por sobre pesca.
Muchas cosas deben cambiar, estas capturas deben ser autorizadas solamente con fundamento en estudios serios que permitan, de manera actualizada, verificar los efectos concretos entre la mortalidad por pesca frente a la productividad biológica, en todo caso las cuotas deben fijarse por debajo de su productividad biológica y solamente cuando la amenaza de vulnerabilidad esté superada. Por ahora los Ministerios de Agricultura y del Medio Ambiente han dicho que van a revisar la situación para dejar claro que no se está autorizando el “aleteo”.
Los intereses de la sociedad colombiana ya no están del lado ni siquiera de permitir la captura de los tiburones. Estamos exigiendo justamente que se prohíba hasta tanto no existan estudios nacionales y regionales objetivos que permitan determinar sí, esta autorización de captura, es viable para garantizar la sostenibilidad de la especie o si debe establecerse una veda para garantizar su futuro.
Twitter: @ludogomezm
*Abogado y especialista en Derecho Constitucional de la Universidad del