CON UNA inflación proyectada entre 3,5% y 3,69% para 2025, en las primeras de cambio del año entrante los colombianos deberán enfrentar varios hechos que van a mantener a raya el costo de vida.
El primero, sin duda, es el aumento de salario mínimo que empezará a regir desde enero, y que actualmente comienza a discutirse. Como lo han analizado los expertos, para 2025 no habrá un incremento de dos dígitos, sino que estará más cercano a entre 6% y 7%, con lo que los colombianos no podrán hacer cuentas alegres con el aumento.
Sin embargo, si el incremento no es muy alto, eso permitirá a las empresas afrontar sus presupuestos para atender la carga laboral y poder generar empleo, algo que es esencial para el crecimiento de la economía.
El IPC
Sin duda este año la inflación fue uno de los protagonistas de la opinión pública en 2024, con una senda de reducción constante gracias a la disminución en las tasas de interés.
“Esperamos que el IPC siga a la baja el próximo año y llegue al rango meta del Banco de la República puntual de 3,69%”, aseguró frente al tema Wilson Tovar, gerente de investigaciones económicas de Acciones y Valores.
En paralelo a los signos de estabilización mostrados este año, los analistas prevén que el precio del petróleo rondará entre US $70 y US $80, pero esta estabilidad podría verse alterada por los factores geopolíticos.
“La combinación de una desaceleración en China y cambios estructurales hacia fuentes de energía alternativas sugiere que el mercado del petróleo enfrentará desafíos continuos en los próximos años”, aseguró al respecto Andrés Abadía, analista para Pantheon.
El dólar
Otro factor que no debe estar ausente a la hora de medir la inflación, es el comportamiento del dólar. Comisionistas de bolsa y grupos de investigaciones económicas de los bancos, estiman un dólar entre $3.700 y $4.250, en enero.
Alianza Valores es una de las entidades más optimistas, ubicando la divisa entre $3.700 y $3.800. Su director de investigaciones económicas, David Cubides, explicó que esto se debería a una moderación del dólar a nivel global en medio del recorte de las tasas de interés en los Estados Unidos. “Hay riesgos, por supuesto, la recesión americana, temas regionales que pueden generar impacto para Colombia también, pero en principio nos imaginamos que la tendencia grande debería ser una tendencia hacia la apreciación”.
Del lado de Corficolombiana, lo ubican en $4.150, dentro de un rango de cotización entre $4.000 y $4.400. Esto, según Julio César Romero, economista jefe de la entidad, debido a la incertidumbre en el contexto internacional por la desaceleración de las principales economías mundiales en un contexto de conflictos geopolíticos que generarán episodios de volatilidad en la tasa de cambio.
Los peajes
Por otra parte, uno de los factores que van a empujar la inflación es el aumento en el precio de los peajes. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, confirmó que el aumento de los peajes en Colombia será implementado en una única etapa a comienzos de 2025. En declaraciones durante el Congreso de la Cámara Colombiana de Infraestructura en Cartagena, el funcionario aclaró que el ajuste abarcará tanto el incremento pendiente del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 2023 como el ajuste correspondiente a la inflación de 2024. Esto pone fin a la propuesta original del Ministerio de Transporte, que sugería dividir el aumento en dos fases.
Bonilla explicó que la decisión de aplicar el ajuste de manera consolidada se basa en el control de la inflación: “La inflación ha bajado y está bajo control; de hecho, tenemos una inflación al mes de octubre de 5,4% y podríamos terminar el año en alrededor de 5%”.
Según el ministro, esta estabilización en los precios permite un ajuste único, lo que beneficia tanto a los usuarios como a los concesionarios viales. “Eso significa que, si venimos ajustando, es el momento de normalizar el tema de los peajes y esa es la expectativa. No que sea en dos situaciones, sino en una sola. Eso sería a comienzo del 2025”, destacó.
Este ajuste incluirá el 4,64% pendiente de 2023, además de un ajuste aproximado del 5% correspondiente a la inflación de 2024, lo que resultará en un incremento cercano al 9,64%. Este porcentaje deberá ser confirmado por las autoridades correspondientes, pero ya está claro que el ajuste se hará en enero de 2025. El ministro también destacó que la medida tiene como fin proporcionar “mayor estabilidad y previsibilidad” a los colombianos, especialmente para los transportadores de carga, quienes han sufrido la incertidumbre del aumento por varios meses. Bonilla subrayó que la decisión de consolidar el ajuste en una sola etapa simplificará la gestión administrativa y reducirá el impacto gradual sobre los usuarios de las carreteras.
La energía
Otro elemento que impactará, es el de la energía. Pese a que tras la modificación de los precios de escasez del cargo por confiabilidad, no se descartan incrementos a comienzos de año, como los que ya anunció Air-e en la costa Caribe del 10%.
De acuerdo a la resolución de la CREG que establece el nuevo tope, se destaca que mientras hasta ahora la bolsa de la energía funcionaba con un único precio de escasez para todas las plantas generadoras de energía en el país, esta nueva medida consiste en diferenciar los tipos de plantas de cara a la definición del precio.
Según la resolución los usuarios tendrán dos precios diferenciados: un precio tope mucho más bajo que estará asociado a las plantas que generan energía a través de carbón y fuentes renovables, y por otro lado, un precio de escasez tradicional que solo aplicará para las tecnologías más costosas y cuyos precios están asociados a precios internacionales, y con esta diferenciación se permitirá mantener un precio eficiente en la energía que se produce a costos bajos y competitivos.
Ante esta situación, la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, hizo un llamado al Gobierno nacional a incentivar la exploración y producción de gas natural en Colombia para evitar la dependencia a la importación y un alza en las tarifas que afectarán a la población más vulnerable.
A través de su cuenta de X, María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, manifestó que “la importación de gas natural refleja los retos energéticos de Colombia y podría traducirse en alzas tarifarias que impacten especialmente a las familias más vulnerables. Desde AmCham Colombia instamos al Gobierno nacional a impulsar la exploración y producción de gas natural, clave para reducir la dependencia externa y evitar costos mayores que afecten el bienestar y desarrollo económico del país”.
La importación de gas
En las últimas horas, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, y el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, protagonizaron este lunes un cruce de versiones sobre la reciente importación de gas en Colombia.
Mientras Mac Master aseguró que el Gobierno ha comenzado a comprar el combustible para satisfacer la demanda interna, lo cual contradice las declaraciones oficiales, Camacho defiende la medida como una estrategia para fortalecer las reservas del país.
Mac Master expresó su rechazo al inicio de las importaciones, recordando que la ANDI había advertido sobre esta posibilidad desde febrero, cuando se señalaron los riesgos de desabastecimiento.
Según el dirigente empresarial, las alertas lanzadas por su organización fueron desestimadas por el Gobierno y las autoridades, quienes calificaron la proyección como “alarmista”. Esto, según Mac Master, ha llevado a la necesidad de importar gas para cubrir la demanda interna.