El “blandiduro” golpe empieza a mortificar al incansable viajero que vive en las alturas, a bordo de nuestro Boeing 737-700, y a cuantos exaltan, ponderan y adulan su actuar como político, dirigente y gobernante.
Cuanto dice queda esculpido en piedra e inmodificable. Ese 22 de junio de 2022 los 11.185.671 que lo eligieron Presidente, esperaban otro resultado, que muy pronto se fue esfumando. Las primeras peroratas del ganador dieron respaldo a quienes, a “regaña dientes” habían votado por Petro. Anhelaban un país cambiante, generoso, productivo, rico y en paz.
El discurrir de los días de gozo, cambiaron más pronto de lo esperado. Los hombres de centro que llegaron al gabinete fueron casi marginados y atropellados por la jauría que, acompañaba al ganador desde las épocas en que del terrorismo atacaba cuarteles militares para robar armamento, imponer su “revolucionaria” voluntad, asaltar y asesinar a los más altos esquemas de nuestra la justicia.
Los anhelos de un pueblo se desmoronaron y la pregonada Unidad Nacional colapsó, a tal punto, que Petro acudió a prácticas que lo elevaran e imprimieran un poder absoluto: los golpes blandos, regulares o duros. Los primeros surtieron efectos primarios, ya que se pregonaban en un país democrático, con un ejército constitucional, que impidiera llevarnos a la ingratamente recordada dictadura de Rojas.
Desde entonces el golpe blando era pieza fundamental en los discursos, twitter y X. Así sembró miedo y pánico. Como el tal golpe blando lo ha ido endureciendo, muchos lo catalogan ahora como “blandiduro”, que lo asimila al calificativo que ciertas damas dan a sus pretendientes desganados.
El reflujo que ha tomado este gobierno se dibuja como el fantasma de la corrupción, el despilfarro, la carencia de ejecución, las carreras sin fin de un presidente que solo ve carbonización, para plasmar cierto liderazgo internacional que no le alcanza para frenar a los Maduros del mundo, ni para imponer como bandera nacional de Colombia, el raído retazo que izaba el M-19.
No logra que fallidos e imperfectos proyectos se conviertan en leyes, que destruya lo poco aceptable que usufructuaba este pueblo: la salud. Quiso implantar la compra de votos parlamentarios.
Por último, ya sus ministros denuncian la terquedad y falta de criterio para nombrar los pésimos funcionarios que rellenan su mandato y elevan los costos de un estado a la deriva. El Canciller logró malograr la designación de “Matarife” como embajador en Tailandia, a pesar de que Petro quiso imponerlo. Murillo que suena como “ex” ha tratado de darle un manejo radical al tema con Venezuela, pero Petro se opone.
Son inenarrables los errores que comete, como presidente” de un “país libertario y progresista, que defiende el amor y hacer el amor”.
Entre tanto sigue engañando a esta nación, con el “blandiduro” que, según él, le dará el Congreso, pero del cual, no se “dejará sacar a “gorreazos” de la Casa de Nariño.
BLANCO: Feliz Navidad, con muchos éxitos para todos.
NEGRO: Luto en el periodismo: falleció el gran amigo y colega, Manuel Prado. Fueron innumerables los medios de radio, prensa, televisión y audiovisuales que dirigió imprimiendo su sabiduría y respeto por esta profesión. Paz en su tumba.