eminente, que, está para regímenes totalitarios, como los comunistas, que tienen decidido perpetuarse en el poder, el problema no es tan grande, pues, de antemano tienen decidido los resultados, que presentarán a la opinión pública, y, con base en ellos, los acomodan, por lo que es ingenuo hablar de repetir elecciones, pues siempre se llegaría a los mismos resultados.
A los dos años apenas de este período presidencial, en Colombia, iniciados en 2022, ha muerto el segundo candidato más votado según los resultados entregados, el santandereano Rodolfo Hernández, a los 79 años, Exalcalde de Bucaramanga. En la segunda vuelta fueron principales Candidatos, el 29 de marzo, Gustavo Petro y Rodolfo, sacando el primero 11.281.013 votos, o sea el 50.44% de los válidos, y 47.31% los de Hernández. Hubo otros votos sueltos, sin valor, por otros candidatos, y unos pocos “en blanco”, los más sensatos ante la calidad de los candidatos.
Siguen avanzando los días, sin claridad alguna de cuanto pueda acontecer en las presidenciales en Colombia, en el 2026, con esperanza, que nunca desfallece, que el Corazón Sagrado de Jesús, y la Virgen Reina de Colombia, nos sacarán adelante, después del presente caos, uno de los peores que hemos tenido en nuestra historia.
Pero, en medio de tan confusos horizontes, hay puntos de luz que esplenden por las cualidades y altura de buen número de colombianos y colombianas, que, desde su calidad y su nobleza, tienen que sacar adelante esta tierra de Colón. Alguien ha dicho que Dios se exageró en dotes a nuestro País, por lo que pondrían, en compensación, a los colombianos, como actores de su propia ruina. Con ello no estoy de acuerdo pues, en estos habitantes colocó raíces de bien y gérmenes de esperanza, que, con confianza en Él, y cualidades han de sacar adelante a esta sufrida Colombia.
¡Quién iba a pensar qué, después de un “sitio de Cartagena” (1741), de la cruel reconquista de Morillo y Sámano (1816), de la página negra de “democracia de puñales” (07-03-1849), de una “nefasta noche septembrina” (27-09-28), de un horrendo 09 de abril de 1948, pudieran venir días de gloria y milagrosos entendimientos entre colombianos! la celeste protección brilla siempre al final.
Entonces, no en vano buscamos resultados benéficos en elecciones, a pesar del empeño de tantos por enturbiar el sendero. No en vano hay que seguir hilando delgadito, conscientes que “los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz” (Lc.16, 8-13), pero, con manifiestas pruebas, que la celeste ayuda la tendremos, si se pone la confianza en lo Alto.
Sí, mejores días y válidos resultados tendrán en elecciones las nuevas generaciones, en cuya sangre queda el germen de las anteriores. “¡Luz, más luz”! pedía Goethe en su lecho de muerte, algo que se tendrá por gentes de firmes esperanzas, y que no escatimen, hasta el final lo mejor para su Patria.
*Obispo Emérito de Garzón