CAMILO HERRERA MORA* | El Nuevo Siglo
Sábado, 15 de Febrero de 2014

Elecciones en criollolandia

 

Los colombianos no votamos por programas ni por partidos sino por candidatos, e inclusive muchos votan contra candidatos.

En mi opinión, en los últimos 20 años es claro que cerca del 60% de votantes son de centro derecha, cerca de un 20% de izquierda; hay una izquierda y una derecha extrema reducidas pero muy ruidosas mediáticamente y un 20% es un voto de opinión anémico individualista y sin personalidad, que simplemente votan por modas, tendencias e ir en contra del establecimiento. Por esto las elecciones presidenciales de este año son predecibles, pero pueden tener algunas sorpresas.

Revisando de izquierda a derecha es evidente que Aida Abella ya no despegó, y por más que Petro le ayude con la votación de “Progresistas-No revocadores”, es claro que la ciudad no aporta más del 20% de la votación nacional y por eso ni siquiera el posible 10% de esa votación que hoy efervece por el criticado alcalde serviría de algo; Clara López quedó en el peor de los mundos, con la bandera de la izquierda y sin maquinaria. Los Verdes al unirse con los Progresistas perdieron su ADN que les daba los votos de todo el espectro político más el voto de opinión, pondrán un candidato que no tendrá el tiempo, ni la maquinaria ni los recursos para lograr cambiar el juego; Santos tiene la maquinaria liberal, la de Cambio Radical y la del Partido de La U, y pese a perder la maquinaria conservadora, tiene asegurado cerca de un 40% de votación; Marta Lucía Ramírez con la maquinaria conservadora a media marcha pero tiene tres grandes ventajas: no causa rechazo, es mujer y no es Santos ni es Uribe; finalmente queda Óscar Iván Zuluaga, que representa el ala dura del conservatismo y del venido a menos Uribismo. Esto explica por qué las encuestas dicen lo mismo.

El voto en blanco es sólo el reflejo de los huecos del sistema: una población que era uribista y no cree que Uribe pueda bendecir un candidato, porque la última vez que lo hizo la cosa no salió como se pensaba; los votantes de opinión de las ciudades principales, que por mucho son el 10% de la votación, que no ven un candidato de moda posmoderno al que puedan abrazar; liberales y conservadores inconformes con sus partidos; los antisantistas y finalmente los que de verdad creen en el voto en blanco.

Esto deja claro que Santos tiene el camino muy fácil en la primera vuelta, sin importar qué pase en las elecciones de Congreso, donde sin muchas maquinarias se moverán hacia el mejor postor. En segunda vuelta, todo depende de quién sea el contendor.

Colombianada. Si Marta Lucía llega a segunda vuelta tiene dos grandes valores: es mujer y no es Santos.

@consumiendo

*Presidente de Raddar