CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Viernes, 22 de Junio de 2012

Inseguridad del cuentahabiente

 

La tarjeta débito o tarjeta bancaria es un plástico que además de brindar al titular la facilidad en el manejo de su cuenta, debe reunir las condiciones de seguridad que la entidad está obligada a proporcionar para garantizar la custodia del dinero, sin quedar expuesto a los ladrones como sucede en los parqueaderos donde a pesar de pagar por el cuidado del vehículo “la administración no responde”. Lo digo porque a raíz de la clonación de tarjetas, en algunas entidades bancarias sucede algo semejante. Es el caso del BBVA que en situaciones de esta naturaleza se atreve a afirmar  que  “(…) no existe responsabilidad del banco”, viéndose obligado el usuario a recurrir al Defensor del Consumidor.

Y si bien es cierto, la Lley1328 de 2009 y el  numeral 4 artículo 2.34.2.1.5 del Decreto 2555 de 2010 contemplan la alternativa de reclamar ante el Defensor, no podemos olvidar que antes de ponerse en esas vueltas, es un derecho legítimo del cuentahabiente “recibir la prestación de los servicios en condiciones de seguridad y calidad…”

Además, si la presencia simultánea de la clave y la tarjeta son requisitos para realizar las transacciones, tal como argumenta el banco, no siempre sucede así ya que alguien sin haberla  utilizado personalmente puede llegar al cajero y no encontrar su dinero, precisamente por la inseguridad a que esta sometido el cuentahabiente debido a la clonación, a pesar de estar pagando un servicio supuestamente seguro y exageradamente costoso tanto por poseerla, como por efectuar retiros, hacer consultas o transferencias, etc., etc. Y como si fuera poco, verse luego también en la dispendiosa y deprimente labor de demostrar su inocencia, al  pasar de acusador a acusado porque la entidad bancaria se resiste a reconocer el ilícito, optando por poner en duda la honorabilidad de su cliente afirmando que la reclamación es mentirosa y de mala fe.

En ese orden de ideas, la Superintendencia Financiera, llamada resguardar los intereses de los usuarios, no puede permitir que tal hecho persista, con mayor razón tratándose de una entidad con capital foráneo como es el BBVA, que bastante se ha servido de unas condiciones enormemente onerosas para el consumidor  financiero colombiano; siendo este un llamado de alerta igualmente para las entidades del Gobierno y empresas que manejan grandes sumas de dinero en ese banco, expuestas a que de la noche a la mañana como pasa en algunos parqueaderos,  tampoco les respondan.

*Exgobernador del Tolima