La región Sabana Centro, en Cundinamarca, ha sido objeto de diversas medidas para combatir la criminalidad y, enfrenta serios desafíos en materia de seguridad y criminalidad. A pesar de los esfuerzos conjuntos de las autoridades, pues las estadísticas reflejan un panorama preocupante. Entre los problemas más apremiantes se destacan el microtráfico, la violencia intrafamiliar y el hurto a residencias, así como una preocupante cifra de homicidios y muertes accidentales y los asuntos relacionados con inasistencia alimentaria, intolerancia, hurto a residencias, riñas, abusos sexuales, hurto a residencias, hurto simple y atracos y conflictos laborales, seguidos de homicidios, suicidios, muertes accidentales y muerte en accidentes de tránsito.
Según el más reciente Informe de Calidad de Vida, presentado en noviembre de 2023 por “Sabana Cómo Vamos”, los índices de violencia y criminalidad muestran una tendencia al alza, a pesar de los esfuerzos conjuntos de las autoridades locales y nacionales.
Entre los Informes de Calidad de Vida de la región Sabana Centro, documento que describe el estado actual de la calidad de vida en los municipios de la región a partir del análisis de estadísticas oficiales aportadas por diferentes fuentes como Ministerios, Departamentos Administrativos, Alcaldías, Secretarías y demás entidades, los cinco municipios con la mayor tasa de muertes violentas fueron: Cota (5,2 por cada 10.000 habitantes), seguido por Tocancipá (4,7), Nemocón (4,4), Tenjo (4,0) y Zipaquirá (3,8).
Frente a la caracterización de este delito, el arma cortopunzante -cuchillos o navajas- fue el principal instrumento para cometer asesinatos (60%), seguido por las armas de fuego (31%), armas corto contundentes como machetes (7%) y armas contundentes, entre ellas palos o bates (2%). Además, los homicidios han mostrado una reducción leve, pero la violencia interpersonal sigue siendo un tema alarmante, siendo Chía y Cajicá los municipios con mayor incidencia.
Desafortunadamente, Sopó se destaca como el más violento en promedio para la región, con una tasa de 7,1 muertes violentas por cada 10.000 habitantes, seguido de cerca por Cota con 6,9 y Gachancipá con 5,1. Estas cifras superan con creces el promedio regional y nacional, revelando un foco preocupante de inseguridad en estas áreas. Las principales causas de muertes violentas en la región incluyen homicidios, suicidios y accidentes de tránsito, con un uso predominante de armas cortopunzantes para cometer los asesinatos (60 %). Estos datos subrayan la urgencia de implementar medidas más efectivas para combatir la criminalidad en la región y proteger a sus habitantes.
Mientras que el delito con menor incidencia en la región Sabana Centro es el secuestro, con un promedio muy bajo en comparación con otros crímenes de la zona. En orden descendente de incidencia, algunos municipios como Gachancipá, Suesca y Nemocón presentan cero casos reportados, lo que los coloca como los más seguros en este aspecto.
Otros municipios con baja incidencia en delitos de alto impacto incluyen Tabio y Tenjo, donde los índices de criminalidad en general son notablemente bajos, que ha sido prácticamente erradicado en la región, en contraste con áreas como Chía y Zipaquirá, donde la criminalidad en hurto y violencia interpersonal sigue siendo un reto.