“Análisis al potencial exportador ganadero”
Después de nueve años de labor y exitosos resultados, culmina uno de los proyectos más significativos de cooperación internacional en beneficio del sector: “Ganadería Colombiana Sostenible”, promovido y dirigido por Fedegán, y financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, GEF, de la Organización Banco Mundial, y por el Departamento de Energía y Cambio Climático del Gobierno del Reino Unido.
El proyecto, que contó también con la participación del Centro de Investigación CIPAV, el Fondo Acción y The Nature Conservancy, estuvo centrado en los Sistemas Silvopastoriles, que no solo permiten la preservación de la naturaleza, sino el incremento sustantivo de la productividad y, por esa razón, están llamados a convertirse en norte para la ganadería, a partir de una meta, para 2022, de 100.000 hectáreas en Sistemas Silvopastoriles, que el Gobierno incluyó en su agenda ambiental y fue presentada por el presidente Duque ante la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático el pasado mes de septiembre en la ONU.
Este es uno de los temas centrales del 37º Congreso Nacional de Ganaderos, que se realiza en Bogotá entre el 25 y 26 de noviembre, bajo el lema de “Ganadería Sostenible: el futuro”. Creemos en ese postulado desde la esquina de la reconversión productiva de la ganadería, a partir de la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación al quehacer ganadero, y es también nuestra convicción desde la perspectiva de la responsabilidad social ganadera frente a la realidad del cambio climático.
Esa nueva ganadería estará en mejores condiciones de acceso a los principales mercados internacionales, el otro de los temas centrales del Congreso, en el que expertos nacionales e internacionales harán un análisis sobre el potencial exportador de nuestra ganadería y las posibilidades de acceso de la carne colombiana al mercado chino.
Se trata de una posibilidad real, en un momento en que los ojos están puestos en el sector agropecuario como alternativa de diversificación exportadora. Aunque adolece, como todo el sector agropecuario, de grandes carencias en competitividad por las precarias condiciones para el desarrollo, comenzando por la red vial terciaria y la inseguridad prevalente, Colombia tiene importantes ventajas comparativas para la producción y exportación de productos ganaderos, que deben ser aprovechadas como factor de cambio para la modernización ganadera y la recuperación del campo.
Nota bene. Lo que tenía que pasar pasó, la Colombia urbana salió a marchar por un mosaico variopinto de motivaciones y, en muchos casos, sin motivación alguna. Los vándalos hicieron de las suyas impunemente, agredieron a la Fuerza Pública y destruyeron bienes públicos a su antojo; y al caer la noche, las cacerolas sonaron más estridentes en los conjuntos residenciales de las clases más pudientes. ¿Por qué protestaban?
Respeto profundamente el derecho a la protesta social, pero rechazo la irresponsabilidad de llevar al país al borde de abismos peligrosos, a sabiendas de los enormes riesgos, mientras los medios suman rating como si se tratara de un espectáculo ajeno y distante, y el “centrosantismo” se frota las manos alebrestando una inconformidad acumulada, cuya factura le corresponde más que a nadie al mismo Santos, que dejó resembrar el país de coca y de violencia, y no tuvo límites para comprar con mermelada los apoyos para una paz mal negociada.
Mientras tanto, la olvidada Colombia rural, ella sí con motivos de sobra, no marchó ni hizo sonar sus cacerolas, sino que siguió trabajando en silencio para alimentar a esas masas urbanas que protestan por todo y por nada.
No acabo de escribir estas líneas y ya se amenaza con un segundo día de marchas. Dios nos guarde.