“El enemigo común es Isis y su terrorismo desbocado”
El coronel Sergúe Rudskoi, director de operaciones del Estado Mayor Ruso en Siria, en rueda de prensa presentó fragmentos de misiles occidentales interceptados durante el ataque los pasados 13 y 14 de abril, realizado en conjunto por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia. Dos de ellos fueron enviados a Moscú, incluyendo uno de crucero Tomahowk, para su análisis por expertos.
El gobierno norteamericano ha dicho que los 105 misiles utilizados alcanzaron sus objetivos. El coronel afirma que solo 22 lo lograron, en las afueras de Damasco, confirmado por satélite, del bombardeo efectuado con 22 misiles llegaron apenas siete de ellos a su destino. El militar reitera que Siria destruyó con tecnología rusa de defensa aérea, desarrollada hace más de cuarenta años, la mayoría de los proyectiles y precisó que las fuerzas armadas de su país se abstuvieron de actuar porque el ataque no amenazó el área donde se encuentran ubicados.
El periódico Rusia Today publica con despliegue la información. Sorprenden los datos. El gobierno Sirio insiste en que no utiliza armas químicas, en el mundo existe la certidumbre de haber causado estragos con ellas no solamente entre los rebeldes opositores y el Estado Islámico, sino afectando población civil, ocasionando la muerte de mujeres y niños, dejando miles de heridos, deteriorando campos y ciudades.
Dicho proceder merece el repudio de la comunidad internacional, pero vale la pena precisar los efectos de la operación conjunta, si no resultó exitosa mal estaría repetirla. La Organización de Naciones Unidas tiene la obligación de buscar el remedio para evitar mayor desangre, obtener la salida del presidente Al Bashar Al-Asad y derrotar al yihadismo.
Los rusos están con Siria, los norteamericanos respaldan a los rebeldes kurdos y, sin embargo, en medio de la guerra que lleva seis años, el enemigo común es Isis y su terrorismo desbocado. Positivo buscar acercamientos y realinear fuerzas. Las discrepancias entre los presidentes Trump y Putin no le convienen a nadie.
El diálogo de las dos Coreas tranquiliza, mientras el conflicto Sirio crece. El lanzamiento de misiles, así sea previsto cuidadosamente, contra objetivos militares identificados en zonas donde se supone que almacenan químicos, agrava la situación. Las resoluciones de la ONU para concretar una tregua no se han respetado, pero en su seno las potencias tienen la posibilidad de pactar un acuerdo, con participación de los protagonistas internos, de apertura democrática y solidaridad ciudadana. El pueblo sirio necesita ayuda, la vigencia de los derechos humanos, un futuro mejor. Sobre cuántos misiles impactaron incluyo la versión rusa, parecen incompletos los datos suministrados por los Estados Unidos y sus comandantes en referencia a la operación de pronóstico reservado.