Indiscutible la victoria de Iván Duque, obtuvo el 39.14 por ciento de los votos, en compañía de Marta Lucía Ramírez, frente al 25.08 por ciento de Gustavo Petro. Las elecciones fueron democráticas, la votación alta, más de diez y nueve millones de electores concurrieron a las urnas. Significativo el tercer lugar de Sergio Fajardo con el 23.73 por ciento de los sufragios depositados en las urnas.
El candidato Germán Vargas Lleras consiguió el 7.28 por ciento, es un compatriota respetable, no obtuvo el resultado esperado, ajeno al populismo coincide su juicioso programa en mayor grado con el de Duque, ha sido explícito en decir que no votará por Petro. Seguramente suscribirá un acuerdo fundamentado en sus tesis para fortalecer la posición del ganador en la primera vuelta. El próximo gobierno y el país necesitan del concurso de Vargas Lleras, de expertos asesores en el estudio de distintos temas.
Dudo que el profesor Sergio Fajardo se exponga a dividir un movimiento de opinión respetable que recibió el apoyo de la academia, de la juventud, de sectores populares. Sería lastimoso que desapareciera adhiriendo a la propuesta de un anacrónico socialismo.
Pobre el resultado para Humberto De la Calle y el Partido Liberal, que no pasó el umbral, sin embargo, el ideario permanece. Haber sido persona clave en el proceso de diálogos que permitieron la reincorporación de la guerrilla a la sociedad lo destaco. ¿Qué necesidad tenía de apuntalar errores no suyos? El país quiere la paz sin impunidad, el perdón, el olvido, la amnistía, pero vigila el cumplimiento del acuerdo dentro del marco de las Instituciones. Su interesante aporte dialéctico en los debates no puede perderse.
Antes de la primera vuelta hubo cordialidad en la discrepancia, anhelamos que se mantenga en los días venideros, existen concepciones opuestas en cuanto al Estado, la discusión debe proseguir razonadamente, la concordia nos favorece a todos. Apoyo a Iván Duque, el relevo generacional, la defensa de la soberanía y la integridad territorial. Oportuno trabajar por el liderazgo internacional de Colombia, la reorganización de la administración pública, el combate al clientelismo y la corrupción. Urgente auspiciar el emprendimiento, la creación de empleo formal, la intensificación de la calidad y extensión de la educación, el fortalecimiento de la Universidad, el avance de la instrucción tecnológica, garantizar la seguridad nacional, la construcción de vivienda, de vías terciarias y secundarias, revisar las condiciones de contratación. Me identifico con su interpretación del artículo de la Constitución referente a la función social de la propiedad, tal como lo expresó en su discurso del domingo pasado al término de la jornada electoral.