De tal palo tal astilla | El Nuevo Siglo
Miércoles, 8 de Marzo de 2023

Existe el viejo refrán “De tal palo tal astilla”, que indica que de alguna manera como son los padres, son los hijos, bien sea genéticamente o por educación. Estos actúan generalmente influidos por lo que ven y aprenden por repetición. Es decir, adquieren características físicas, gestos, manera de hablar, expresiones y comportamientos, algunas de ellas en sentido positivo, pero otras negativas.

Bajo esa premisa, es difícil creer que Petro no podría saber o intuir, conociéndolos, que su hijo y hermano buscaban dinero para su campaña que terminó en beneficio personal, cuando él mismo lo había hecho, evidenciándose en un video conocido por la opinión pública, recibiendo fajos de billetes de manera clandestina. Pero dando el beneficio de la duda en que el presidente no sabía de esos hechos, es entendible que estos dos personajes hubiesen solicitado y recibido dinero de oscuros y cuestionados personajes, pues su cultura y ejemplo viene generalmente de los padres y hermanos.

En la familia hay formación y los hijos reciben influencia de sus padres. Si un hijo ve y sabe que su padre ha recibido dinero oscuro, pues el puede hacer lo mismo, lo ve normal. Con los hermanos casi siempre es igual y así esa cultura se extiende en la familia, en sus negocios o actividades.

Ahora bien, cuando la cabeza de una familia, una organización o gobierno tiende a esas mañas, los demás se igualan bajo la confianza de no ser reprendidos. Esto es lo que posiblemente esta sucediendo en el entorno de la familia presidencial y su gobierno, pues en corto tiempo se ha visto un amplio derroche de los recursos públicos en actividades suntuarias e inútiles al país, como las compras ordenadas por la vicepresidenta, los aviones utilizados por ella misma y la Primera Dama, los actos, fiestas y contratos con artistas y personajes que nada tienen que ver con asuntos de gobierno, así mismo en influencias para obtener nombramientos de altos cargos a familiares y amigos cercanos.

Pero el asunto no solamente es ese. El congresista Petro durante muchos años se caracterizó por ser el adalid de la anticorrupción, fueron muchas las acusaciones y debates que realizo defendiendo al Estado de esas inmorales practicas, destapó el carrusel de la corrupción en la alcaldía de su copartidario Samuel Moreno (qepd) y otras más, lo que le valió para llegar a la alcaldía de Bogotá y presidencia de la República.

Pero en sus gobiernos ha demostrado otra cosa, clara fue su destitución como alcalde por malversación de fondos, claras han sido las pruebas y acusaciones recibidas por la Procuraduría, Contraloría y Fiscalía, al punto que se están investigando a causa de denuncias recibidas. Clara ha sido la acusación documentada de la pareja sentimental de su hijo Nicolás, señalándolo de recibir dinero de personajes condenados; claras son las pruebas de las visitas realizadas por su hermano Juan Fernando negociando la paz total con extraditables condenados por narcotráfico y corrupción. Es decir, algo difícil de entender que solo se explica bajo ese refrán, “De tal palo, tal astilla”.

arangodiego@hotmail.com