

Colombia se encuentra en tal vez la peor situación de su historia moderna, y eso, ya es mucho que decir. Con el gobierno que nos mal gobierna y da tanto para hablar y dejar que desear, el escenario se constriñe. Y, es que, es necesario que algo suceda. No hay forma de quedarse con brazos cruzados ante el ridículo y la burla a la que el gobierno nacional, encabezado por el presidente y sus ministros, exilien a los colombianos a la nada. Basta ya. Este show sí que no debe continuar.
El tema del consejo o más bien debate con tintes de combate casi que a muerte de ministros, convierten a Colombia en algo incluso peor que la llamada “República bananera” o “platanal”; o como se le quiera llamar. Es un Estado fallido. La situación del Catatumbo, y la del Cauca, como decía la vicepresidenta, Francia Márquez, de verdad preocupa hasta a los que creyeron en el tal “cambio” con el que Gustavo Petro logró ganar unas elecciones de las que, de seguro, hay muchas cosas ocultas.
Hay que “despetrificar” al país, a la sociedad, a la política, y a todo lo que haya tenido una relación con un personaje que está siendo de veraz desaprobado y que tendrá que salir con una desaprobación de más del 80% de los votantes y de la sociedad civil en general.
Colombia está al borde del abismo. No hay gobierno. El tema Benedetti y Sarabia, que pareciera va a convertirse en algún momento en un “Profumo Affaire”, debe tener un fin cercano.
La cancillería colombiana, que históricamente ha tenido un nivel de seriedad y profesionalismo, en este momento, es todavía peor. Los cargos diplomáticos y las decisiones en materia internacional, son un fiasco. Además, el Ministerio de Relaciones Exteriores, al igual que los otros ministerios, reflejan la mala gestión y la paupérrima situación en la que se encuentra el país, debido a un gobierno nefasto.
Las elecciones presidenciales que tienen cara al 2026, son de suma importancia para la supervivencia de un país, que empieza a tener grandes problemas en déficit fiscal, debido a los efectos dañinos de la mala administración.
El alto costo que tendremos que pagar debido a un gobierno mal llamado “progresista”, no se justifica. Las relaciones diplomáticas con varios países que han sido socios de Colombia, podrían recuperarse ante la eventual buena gestión de un gobierno serio y congruente.
X: @rosenthaaldavid