DIEGO ARANGO* | El Nuevo Siglo
Sábado, 5 de Noviembre de 2011

Nuevo mapa político nacional

 

LAS  pasadas elecciones departamentales y municipales le dan una nueva orientación política al país.
El mapa nacional se reacomoda y tomas nuevas dimensiones que surgen del notorio debilitamiento de los partidos por la enorme votación y logros alcanzados por los movimientos cívicos que se presentaron a base de firmas, muchos de ellos porque las colectividades no les dieron cabida a algunos líderes naturales que podían asegurar el triunfo y prefirieron los compromisos políticos antes de afrontar una realidad electoral.
De otra parte el partido liberal fue un gran triunfador porque recuperó gran parte del poder político de base, alcanzando varias ciudades capitales y gobernaciones. Cambio Radical acertó con varios candidatos y el partido de la U, al contrario, disminuyó su participación.
Los grandes damnificados fueron el Partido Conservador, el partido Verde y el Polo Democrático que disminuyeron ostensiblemente su participación, aunque el partido Verde con Sergio Fajardo en la gobernación de Antioquia, que superó los novecientos mil votos, se constituyó en el mayor elector de esa colectividad superando a Peñalosa en Bogotá. Un éxito notable para el gobernador electo Fajardo que logró tan significativo apoyo de la gente.
El movimiento progresista de pocos meses, y formado para adelantar la campaña de Petro en Bogotá, se llevó el premio mayor proyectándose como una nueva fuerza de izquierda democrática, tal como lo anunció el alcalde electo.
En cuidados intensivos queda el Partido Conservador que pasa de seis gobernaciones a sólo una y perdió alcaldías muy significativas, lo que hará que esto repercuta en las elecciones parlamentarias de 2014, porque sin liderazgo nacional y a falta de figuras, poco futuro se asoma en las toldas azules.
Ganó la democracia y en alguna medida se derrotó a la corrupción, pero todavía falta mucho por hacer pues hay varios gobernadores y alcaldes electos apoyados por paras y políticos encarcelados.
Finalmente la abstención continúa siendo la mayor fuerza nacional, esta vez con el 52 por ciento lo que obliga a pensar seriamente en el voto obligatorio, por lo menos con duración de veinte años para garantizar la legitimidad democrática.

 

*Presidente Canal Teleamiga Internacional