INTIMIDACIÓN A PERIODISTAS
Se acaba la libertad de prensa
ES grave cuando un país comienza a entrar en la línea de intimidación oficial a los periodistas. El hecho de que una notable columnista como María Isabel Rueda sea citada a la Fiscalía para explicar el alcance de unas afirmaciones que el candidato a la alcaldía Francisco Santos dio sobre el alcalde Petro. Veamos esto: cualquier persona en un Estado de derecho como el colombiano, está en libertad responsable de expresar opiniones sobre otra persona, más aún si se trata de un personaje público que ejerce un cargo de elección popular. El político está expuesto a muchas opiniones e interpretaciones, tanto buenas como malas. Eso lo sabe todo político. Ahora bien, si alguien se extralimita y agrede su buena reputación moral e integridad personal, el agredido está en su derecho de demandar por calumnia e injuria y será la ley quien determine esos casos.
Pero vincular al periodista a la investigación sin tener en cuenta que los periodistas somos un medio, salvo que sea el periodista el demandado, cosa que no fue así en el caso de María Isabel Rueda, ella puso públicamente lo que el candidato Santos dijo. No evaluó, ni afirmó ni negó nada en la entrevista que se entiende por si sola. Ahí se ve claramente un afán de hostigamiento a la prensa, quizá malintencionado o premeditado, pues en la libertad de prensa esta periodista ha criticado al Fiscal General y se ha visto que durante el ejercicio del fiscal Montealegre, este arremete con ferocidad ante cualquier persona que no esté de acuerdo con sus opiniones u acciones, como ha sido el caso de Rueda. Los periodistas estamos cobijados por el artículo 20 de la Constitución política colombiana, que dice: “se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura”.Es extraño que un fiscal y más aún el Fiscal General que es un jurista no conozcan o permitan estos exabruptos e intimidación a la libertad de prensa.
Todo esto me pone a pensar mucho, pues este editorial es una columna de libre expresión y aquí yo opino lo que veo, escucho, investigo y pienso en mi libertad como ciudadano y periodista que soy. Lo expreso amparado en la Constitución y en la Declaración universal de los derechos humanos artículo 19, como también en el artículo 13 del Pacto de Costa Rica de 1969. Lo hago responsablemente pero a veces soy duro, como lo he sido con el gobierno, con el alcalde, con los políticos, con los guerrilleros, delincuentes y todo aquel que a la luz pública transgrede las normas o el espíritu de convivencia, pero lo hago constructivamente, no con la intención de dañar a nadie, sino con el solo afán de expresar una opinión que sirva al desarrollo político, social y cultural del país.
*Presidente Canal Teleamiga Internacional
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