Diego Arango Osorio | El Nuevo Siglo
Viernes, 27 de Mayo de 2016

Maduro para caer

 

En 1972 viajé a Santiago de Chile y le comenté a mi padre que veía venir la caída del presidente Salvador Allende muy pronto, pues me tocó presenciar los cacerolazos a varias horas del día, marchas de desesperados por escasez de alimentos, inconformidad, inflación  pues recuerdo que al cambiar unos dólares, era tal la cantidad de pesos chilenos que me dieron que había que guardarlos en un maletín. Los taxistas, que son buenos analistas políticos, me decían que ese gobierno solo estaba llevando hambre y desespero a la gente.

 

Estando en Inglaterra en septiembre de 1973, un año después, escuché la caída de Allende. Desde luego trágica y dolorosa. Le costó a ese país 20 años recuperarse de esa nefasta experiencia que engendró una dictadura represiva, pero finalmente el país recuperó la democracia a manos del democristiano Patricio Aylwin y hoy Chile es la nación más estable de Suramérica.

 

Venezuela no resiste más la absurda y nefasta experiencia chavista de la revolución bolivariana y el socialismo del siglo XXI. Un embeleco populista de Chávez que ha arruinado a ese rico país. Las interminables e ignominiosas colas para comprar comida, la escasez de productos de aseo como papel higiénico, shampoo, rinse, pañales, talcos, jabón para el cuerpo, detergentes y en fin, infinidad de artículos. Alimentos como huevos, leche, carne, pollo, pan, harina para arepas y tantas cosas de la canasta familiar.  Para colmo de males un racionamiento de energía, la inseguridad que es la más alta del continente americano y del mundo. La falta de empleo y una inflación que va más allá del 700% y se prevé que de seguir así, para el año entrante superará el 2.000%.

Mientras todo esto sucede y el pueblo se desespera, el presidente Maduro se resiste a entregar el poder, quiere cerrar la Asamblea Nacional que está controlada por la oposición, hace una demostración de fuerza militar desfilando con efectivos y armamento, organiza marchas de apoyo con abúlicos pagados y el régimen está nadando en la más aterradora corrupción.

 

Venezuela el país con una de las mayores reservas petrolíferas del mundo, un país rico en minerales, otrora de abundancia y tranquilidad, se encuentra al borde del abismo, enfrentado a una revolución violenta. Maduro está maduro para caer y así será, muy pronto y ese país tardará varias décadas para recuperarse.

Ojo, tenemos que cuidarnos en Colombia que algo así nos suceda, porque como están las cosas con un peligro como Petro, hábil demagogo que marca en las encuestas un segundo lugar con el 17%, atroz gobernante de pocos escrúpulos, puede ganar y como el pueblo  se deja convencer, como sucedió en Venezuela con Chávez y vean resultados, un país en ruinas.

arangodiego@hotmail.com