Siento dolor de patria al ver a los pilotos de Avianca, marchando por las calles, algunos ya sin la corbata de su uniforme, sumando “horas de vuelo” a su bitácora en el asfalto bogotano. También lo siento al ver al mayor accionista y presidente de la junta directiva de Avianca, leyendo cartas emotivas, con la voz entre cortada implorando a sus pilotos que vuelvan a sus trabajos y realicen el sueño de volar.
Los pilotos de las aeronaves son profesionales muy importantes. Tal vez no se está dimensionando esta crisis en las proporciones reales. Y, tal vez son un indicador del malestar e inconformidad general en Colombia. Y, si bien, la tensión y conflicto entre trabajo y administración es tan vieja como el capitalismo mismo y la división del trabajo en la sociedad tal y como lo explicaba Adam Smith en 1776. El derecho a la huelga debe ser reglamentado y debe obedecer a unos mínimos de razonabilidad. La insatisfacción humana no tiene límite. Tal vez por eso incluso la misma aeronave existe pues nos cansamos de transportarnos a velocidades muy inferiores. El derecho a la huelga debería proceder únicamente cuando existan mínimos fundamentales que proteger. Pero no debería haber derecho a la huelga para llenar vacíos económicos. Es decir, no hay derecho a paralizar una actividad esencial como lo es el servicio público de transporte aéreo, por caprichos materiales insatisfechos.
Estoy seguro de que ninguno de los huelguistas se está muriendo de hambre, no puede satisfacer mínimos vitales en su vida o vive muy mal y mucho menos siendo piloto de Avianca. Los pilotos nacieron para volar no para marchar. Se ven mal y pierden categoría y nada se ve que vaya a cambiar. Y, dejan mucho que desear los “factores humanos de la aviación”, de ahora en adelante, un elemento vital en la seguridad aérea.
Yo, les hago la misma invitación que les hace su jefe en Avianca, por el respeto que les tengo pues como abogado aeronáutico entiendo y conozco plenamente la responsabilidad y dedicación que implica ser un tripulante de cabina. Más allá de esto, es inaceptable que el turismo a las principales ciudades de Colombia se esté afectando como consecuencia de la huelga de pilotos de Avianca. Esto solo refleja que se está afectando como consecuencia de la concentración del mercado en un solo operador no de la huelga.
@ReyesJuanfelipe