El próximo mes, llega a su número 200 el Boletín Olano, una publicación mensual, con ISSN, que desde hace 18 años tengo el placer de publicar cada mes, con el apoyo desde Chile, de Camilo Andrés Olano García y, la corresponsalía de Guillermo Olano Arias, ya fallecido y del ingeniero Jaime Olano Upegui, de Medellín.
¿Qué nos motivó a tener un Boletín con el apellido? Precisamente, el propósito del boletín ha sido el de cohesionar a todas las personas con el mismo apellido, lo cual ha permitido, igualmente, reencontrar un numeroso grupo de familiares, que, ahora dispersos en el país y el mundo, siempre han tenido presente, que su apellido es el de una familia y, que no obstante los países, la distancia o la raza, todos procedemos de un mismo lugar, la provincia de Álava, en España.
Entre cuatro y cinco páginas que cada mes circulan a través de un blog y del correo electrónico, nos llevan a haber escrito más de 800 páginas acerca de diferentes integrantes de la familia, con lo que, dentro de las publicaciones genealógicas, poseemos la continuidad, la tradición, la disciplina y el prestigio que hace de nuestra hoja parroquial un verdadero acervo para construir etnográficamente lo que tantas personas con un nexo común tenemos: Un atributo de la personalidad llamado nombre, que en su contexto amplio incluye el de la gens romana, el apellido.
La genealogía desempeña un papel fundamental al revelar las conexiones intrincadas que unen a las generaciones pasadas con las presentes, proporcionando una valiosa brújula para comprender nuestra identidad y herencia. Al explorar los lazos familiares a lo largo del tiempo, la genealogía nos ofrece una perspectiva única sobre las experiencias, tradiciones y valores que han dado forma a nuestra existencia.
Este estudio minucioso no solo nutre el sentido de pertenencia y continuidad, sino que también ilumina las complejidades de la diversidad cultural y las interconexiones globales. Conectar con nuestras raíces genealógicas no solo enriquece nuestra comprensión personal, sino que también fortalece la apreciación colectiva de la diversidad humana y la riqueza inherente a las historias familiares que moldean el tejido de la sociedad. En última instancia, la genealogía actúa como un puente entre el pasado y el presente, proporcionando una base sólida para construir el futuro con un mayor sentido de identidad y propósito.
Conocer el origen familiar es crucial para forjar una identidad arraigada. La genealogía brinda un sentido de pertenencia, conectando generaciones y proporcionando perspectiva histórica. Comprender nuestras raíces fortalece los lazos familiares, enriquece valores compartidos y fomenta un mayor aprecio por la diversidad cultural.
Este compromiso con la preservación y difusión de la historia familiar no solo fortalece los lazos entre los Olano, sino que también contribuye al entendimiento colectivo de la identidad y la herencia cultural. En definitiva, el Boletín Olano emerge como un faro que ilumina el camino hacia una comprensión más profunda y enriquecedora de nuestras raíces y, por ende, de nosotros mismos.
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