El brazalete del museo | El Nuevo Siglo
Jueves, 4 de Abril de 2024

El Museo Nacional fue fundado mediante ley en 1823 e inaugurado por el vicepresidente general Francisco de Paula Santander en 1824. Es el más antiguo del país y uno de los más antiguos de América. Su objetivo durante dos siglos ha sido la conservación y divulgación de la historia y los valores culturales de Colombia.

Pero más allá de esto debería ser un lugar que refleje con objetividad cuál ha sido el recorrido histórico y cultural de Colombia durante más de dos siglos. Contándole a los visitantes, nacionales e internacionales, sabiondos y no sabiondos, cuál es la realidad objetiva, lo bueno y lo malo y sobre todo con respeto…

Esa sería la mejor forma de honrar los valores culturales e históricos de Colombia. En cambio, no debe ser un lugar, como me parece que lo es en la actualidad, que se preste como un instrumento perfecto para reescribir la historia en una especie de “neolengua” y como mandado a hacer por un “ministerio de la verdad” inspirado en G. Orwell.   

Tratar de borrar la verdad impone un desbalance injusto. Y un marcado sesgo ideológico, a través de unas exhibiciones, lo único que logra es destruir la seriedad e importancia del museo.

Por ejemplo: ¿Por qué no está exhibida la famosa espada de Bolívar en el Museo Nacional? Y ¿por qué se ordena llevarla de un lugar a otro como si fuera de propiedad de un partido político, el símbolo de una ideología o de un gobernante?  Es en el Museo Nacional en donde debe estar. Esa sí que pertenece a todos los colombianos.

¿Y la obra “La paloma de la paz” que F. Botero donó en dónde se encuentra actualmente? Si ya no está en el museo…

En cambio, sí se exhibe con mucho orgullo como parte del patrimonio cultural e histórico de Colombia un brazalete del grupo guerrillero y terrorista M-19 sin mencionar, por mera cultura general, que fueron los responsables de la quema del Palacio de Justicia en 1985, el hundimiento del barco El Karina, la batalla de Yarumales, el asalto a Yumbo por mencionar algunos pocos hechos terroristas y sobre los cuales se desconoce la cantidad de muertos. Al contrario, se da a entender que fueron mártires y en consecuencia su indumentaria son pieza digna de museo. ¿No es esto irrespetuoso con todos, pero sobre todo las víctimas?

En cambio, hay una clásica silla de escuela en la que la cara de uno de los fundadores de este querido diario, Laureano Gómez, esta dibujada en la tabla diseñada para que cualquiera ponga su trasero y en letras rojas y mayúsculas se le enseña al visitante que amparado por el Estado de Sitio él fue el responsable de algo negativo que no logré entender… Un total irrespeto señores “curadores” del Museo Nacional.  Y claro, importantísimo...también está exhibido el expropiado arcoíris junto a un libro criollo sobre ideales feministas…

Difícil, pero ojalá que el Museo Nacional honre los objetivos para los cuales fue creado y logre mantenerse al margen de cualquier sesgo ideológico.

juanfelipereyes@hotmail.com