El clamor de un pueblo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 24 de Abril de 2024

Colombia vivió el pasado 21 de abril una impresionante marcha de protesta pacífica en casi todas las ciudades, poblaciones urbanas y rurales, con el grito de “fuera Petro”. Es decir, diciéndole al presidente de manera directa que no lo quieren más en el manejo del país.

Esta situación se da por la pésima administración del gobierno, su ineptitud, partiendo del mismo presidente y su vicepresidenta, como de un gabinete y altos funcionarios nombrados por conveniencia y favores políticos, sin experiencia y los pocos más o menos calificados, abúlicos a los deseos y propuestas irracionales del mandatario, quien ha tomado este país de 52 millones de colombianos, como si fuera de su absoluta propiedad.

EL clamor de la gente se produce por sentir en carne propia, cómo el país se está derrumbando en su economía, la carestía de la vida, el aumento geométrico de la canasta familiar, los servicios públicos y los impuestos. Se está viendo como la industria y el comercio se viene abajo, de la forma más irresponsable se está tratando de apoderar del dinero de la salud, de las pensiones, como también de sectores altamente productivos como el café y los hidrocarburos, es decir sus reformas como la pensional y la de salud, si llegaran a pasar, le permitirán controlar esos inmensos recursos y con eso a la gente.

En menos de dos años el pueblo está asustado e indignado, se siente traicionado, más aún aquellos que creyeron en el cambio propuesto por Petro, cambio para su beneficio y los suyos, pues ya se ha visto la corrupción y despilfarro indolente de este gobierno.

El colombiano está asustado, por eso salió a marchar como grito de protesta, no quiere más a este hombre cuya capacidad para gobernar es nula, quien tiene serios problemas de personalidad como adicciones, con un ego y prepotencia megalómana, se siente el redentor del mundo, cuando éste lo tilda de payaso. Pero no solamente él, se le une su familia quien obra en consecuencia. De ahí los escándalos, los vulgares comportamientos, los abusos de la dignidad, sumándole financiamiento ilegal de su campaña y recibo de dineros de personajes implicados en narcotráfico, carteles de empresas que lo financiaron premiadas con jugosos contratos, sobrecostos en adquisiciones y, en fin, un sin número de cosas que no deberían suceder en un gobierno serio, honesto y efectivo como el que merecen los colombianos.

Estas y muchas otras más son las causas por lo que el pueblo clama la salida de este presidente y su gobierno, a lo que como dice el mismo Petro, que él obedece es al mandato de pueblo, entonces debería renunciar, como la medida más sensata. Pero se sabe que nunca lo va a hacer, entonces se debe acudir a la Constitución y las instituciones democráticas elegidas por la gente. El congreso y la justicia tienen la potestad de hacerlo con el respaldo de la ciudadanía.

La Constitución, y la ley así lo considera, una vez se cumplan los dos años de gobierno, la oposición que es mayoría puede proponer al Congreso una reforma, para que con una recolección de firmas que supere el 5% del censo electoral, sobre los dos millones, que una vez revisadas y aprobadas, en los seis meses siguientes a la presentación de la solicitud, se apruebe y se proceda a la revocatoria del mandato. No obstante, también se habla de un paro nacional, que sería otra carta a jugarse. Cualesquiera de las dos serían un alivio para Colombia, ¡escuchando el clamor del pueblo!

arangodiego@hotmail.com