El pasado 25 de noviembre conmemoramos él asesinato de las hermanas Mirabal, las mariposas, sucedido en la República Dominicana. Tres mujeres a las que fue segada la vida a palos para simular un accidente de tránsito y cuyo desgarrador caso llevó a que la ONU estableciera esa fecha como el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer.
La tragedia de las hermanas Mirabal empezó como la de muchas mujeres, en una invitación que hiciera el dictador Trujillo a una recepción suya; en ella mostró interés por una de las hermanas, Miranda, la cual lo rechazó, generando una persecución en su contra y las personas que se le acercaban. Ella y sus hermanas fueron encarceladas, torturadas y hasta ultrajadas sexualmente, lo cual llevó a que se convirtiera en una activista contra el régimen.
Años después ese régimen le quitaría la vida a ella y sus hermanas, simulando un accidente de tránsito.
Lo paradójico resulta, que en el año 1981 en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en Bogotá, se estableció en honor a ellas el 25 de noviembre como fecha para exigir la no violencia contra la mujer y digo paradójico porque Colombia sigue siendo un país violento para sus mujeres.
No son percepciones, son datos, son la enumeración constante de casos de violencia contra la mujer por el solo hecho de su género, por la única razón de que aún hay personas que, en su tara de machismo, consideran que las mujeres tienen una única función natural, traer al mundo los hijos del hombre y satisfacer a estos últimos.
América Latina cuenta con el deshonroso posicionamiento del feminicidio como primera causa de muerte de las mujeres entra los 15 y los 44 años.
En Colombia las cifras son tan vergonzosas como preocupantes aún. El dato es que casi 3 mujeres son en promedio asesinadas diariamente por sus parejas o alguien que asume posesión sobre ellas, siendo para mayor dolor las más expuestas a esta tragedia, las mujeres en condición de extrema pobreza o en estado de vulnerabilidad física y económica.
Lamentablemente en lo corrido de este año las cifras siguen desalentadoras. Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 64.259 mujeres han sido víctimas de todo tipo de violencia en Colombia. 797 han sido víctimas de homicidios y 394 de suicidios.
La violencia sexual preocupa aún más porque en la población más vulnerable sigue siendo la comprendida entre los 6 y los 17 años de edad con 11.078 casos, más de 35 diarios en lo que va corrido del año.
Con estas tristes cifras nuestro país dice no a la violencia contra la mujer, con ese panorama desquiciante sigue en pie de lucha contra toda forma de violencia de género, porque aún estando en tan malos momentos, aún perdiéndose la fe en esta lucha en algún momento, es necesario insistir en el legado de las hermanas Mirabal cuando preveían su trágico final. "Si me matan, sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte". Ese siempre fue su poder, el poder de las mariposas.