Finalizaba la década de los años cincuenta, más concretamente el 4de octubre de 1957, se dio inició a lo que luego se conoció como la carrera espacial, protagonizada especialmente por la Unión Soviética y los Estados Unidos. En esa histórica fecha los rusos lanzaron al espacio ultraterrestre el primer satélite artificial destinado a orbitar la tierra. Se trató del Sputnik 1, que realizó su hazaña en esa oportunidad. Unos días más tarde, el 3 de noviembre, lanzaron un nuevo satélite, pero esta vez tripulado por la perrita Laika, que se convirtió en la primera mártir de ese tipo de experimentos.
Fueron golpes demoledores contra el prestigio tecnológico de los norteamericanos, pero el peor de aquella época sucedió el 25 de Abril de1961 cuando los soviéticos enviaron al espacio al primer cosmonauta y lo regresaron vivo. Se trató de Yuri Gagarin, quien a bordo de su nave Vostok realizó una proeza que en su momento la equipararon a la de Cristóbal Colón al descubrir un nuevo mundo. Estados Unidos quedó desconcertado pero reacciono rápidamente: el presidente Jhon F, Kennedy prometió que antes de finalizar la década de los sesenta su país pondría un hombre en la luna y lo cumplió...De eso ya van a hacer cincuenta años.
Pues bien, la semana que termina Cine Colombia estrenó en sus salas del país una superproducción cinematográfica que recrea esa conquista. La del astronauta Neil Armstrong. "El primer hombre en la luna". Con todos los recursos modernos la cinta presenta todo el calvario que los norteamericanos padecieron en su titánica lucha por lograr colocar a uno de los suyos en suelo lunar, sobre todo con la tan evidente desventaja frente a sus rivales de la guerra fría. Con presupueto colosal y sin reparar en ningún gasto se embarcaron en múltiples proyectos siendo los más importantes los conocidos como los Mercury y luego otros, los más exitosos, como los Apolo.
Todos recordamos como si fuera ayer las imágenes trasmitidas a la tierra del comandante Armstrong cuando finalmente alunizó y bajando de la escalerilla del módulo lunar del Apolo Trece, pronunció esa históricas palabras: "Ha sido un pequeño paso para el hombre, pero un salto gigante para la humanidad”. Vinieron luego más alunizajes, otros cuatro. Todos igualmente exitosos y que pusieron al país a la vanguardia de esa conquista sideral.
Protagonizada por ese buen actor que es Rían Rowling, en dos y media largas horas de proyección conocemos todos los demonios y las alegrías que atormentan y acompañan al astronauta. Su origen de clase media. Sus aspiraciones como piloto de la fuerza área y su férrea voluntad para salir adelante. El director del filme se empeña todo el tiempo en demostrar como un hombre común y corriente fue capaz de hacer cosas extraordinarias. Es, desde luego, una espectacular oda al espíritu estadounidense que ha hecho del país la primera y única gran superpotencia mundial. Subyacente y como gran lección los productos se empeñan en destacar como la ética en el trabajo y las firmes creencias en los llamados valores fundamentales constituyen la fortaleza del protagonista.