Este sugestivo título de un extraordinario libro que estoy leyendo, de Yascha Mounk, sobre el riesgo que corre la democracia liberal, sirve para resumir lo que está pensando la gente más sensata en Colombia sobre la descabellada convocatoria del Presidente Petro a sus electores para que se lancen a las calles: "Invito a las fuerzas del gobierno del cambio a convocarnos a discutir en las calles las reformas que se avecinan".
Según los expertos, se percibe claramente como una invitación a la revuelta, una incitación a los grupos de choque para provocar confrontación. De ahí a la justificación de la represión sólo habría un paso, empezando por la libertad de prensa.
Los líderes más lúcidos del país hacen profundos y desesperados análisis invitándolo a la sensatez, a no deslegitimar los mecanismos democráticos, a no socavar los cimientos institucionales, a no instrumentalizar al pueblo e intentan, por todos los medios posibles, que el Presidente escuche. La pregunta es: ¿por qué el primer mandatario es sordo a estos urgentes llamados de amigos y opositores para que no se descarrile nuestra democracia?
Las preguntas hay que hacerlas a las personas que conocen las respuestas. Por esta razón busqué a Everth Bustamante, exsenador, abogado, exlíder del M-19, el hombre que vinculó a Petro, siendo un jovencito, a las filas de la organización guerrillera y quien lo tuvo 12 años como subalterno, pues el hoy Presidente nunca militó en la clandestinidad.
¿Por qué Petro no escucha? "El aislamiento es una característica de su personalidad. Aunque ha leído mucho no contrasta lo asimilado en los libros, ni escucha otras opiniones. Suelta como una "ametralladora" lo que él ha asimilado, pero sin ninguna responsabilidad como gobernante. Tiende a la ficción. Cree tener algo así como la infalibilidad del Papa, por eso no se retracta, sino que se reafirma en sus equivocaciones. Se ve a sí mismo como una figura con gran influencia mundial". ¿Por qué convoca a las movilizaciones? "Petro convoca a la agitación demagógica. Es consciente de que ahí reside su poder".
Aunque algunos analistas consideran que Gustavo Petro, al apelar al pueblo, podría estar disputándole escenarios populares al Eln, Everth Bustamante cree que hay una gran diferencia entre la organización sistemática de las bases que hace el Eln y las movilizaciones de Petro, que no tienen que ver con procesos de organización ciudadana al interior del gobierno.
Sin embargo, queda por ver cuál va a ser el juego de ajedrez.
"Petro necesita al Eln para la movilización del proceso y ¿querrá el Eln jugar al liderazgo del Presidente?".
Valdría la pena reflexionar sobre el cómo hacerse oir del Presidente Gustavo Petro. Pero parece ser que a un hombre ensimismado y convencido de su propia grandeza no es posible llegarle con palabras, "sólo con hechos que pongan en cuestión su “inteligencia”".
El país debe pensar cuáles pueden ser esos hechos democráticos.