En Colombia se está preparando nuestra juventud para los semáforos. Las universidades quedarán desiertas y los semáforos valdrán millones. La fórmula de ANIF para crear empleo serviría a Víctor Hugo para introducirle más realismo a su novela. ANIF tiene la fórmula para lanzarnos a las cloacas.
La brillante fórmula de la Asociación que agrupa a los dueños del país, quiere que el actual salario mínimo -de hambre- se reduzca en un 75 por ciento para los profesionales que salen de las universidades al mercado del trabajo sano, legal, productivo y prometedor. Para ANIF, las universidades no preparan a sus estudiantes, simplemente los mantienen en unas aulas vegetando. No salen con experiencia, porque tampoco le dicen a sus afiliados que, como ocurre en otros países, permitan a los estudiantes realizar prácticas.
Pretende la agremiación de los banqueros que los nuevos profesionales entren al mercado laboral con un salario de $621.087 mensuales, es decir $20.702 diarios.
Estos muchachos y sus familias han invertido alrededor de 120 millones de pesos en solo matrículas durante ocho o diez semestres, más los gastos de material didáctico y manutención.
Mensualmente un estudiante universitario debe invertir entre $1.500.000 y $2.000.000 mensuales, para recuperar infelices $621.087. Es decir avanzarán hacia la miserabilización, la ruina, la desilusión o la corrupción.
Son escasos, contados o inexistentes, los profesionales que están en condiciones de pagar créditos para estudiar. El Icetex, va a la ruina. Los estudiantes, no pueden asumir los costos de los créditos con el mercado actual del trabajo y mucho menos con las pretensiones de ANIF.
Los semáforos serán la nueva fuente de ingresos para los profesionales recién salidos.
Un limosnero de semáforo gana, según cálculos de expertos, entre $140.000 y $180.000 diarios, según el volumen del tráfico, es decir que en el peor de los casos recibe $2.800.000, como quién dice: 4.5 veces lo del salario propuesto por ANIF para los profesionales recién salidos.
Será esta la forma de hacer país, de hacer patria, de formar una sociedad alejada de los vicios, la corrupción, el crimen o las malas costumbres. Difícilmente las instituciones financieras, podrán conseguir empleados eficientes que les permitan seguir creciendo y pagando salarios de hambre.
Muchos se preguntarán si será esa la causa de la modernización de los semáforos que acaba de contratar el Distrito y si ¿buscará aplicar tarifas para la utilización de estos aparatos?
Los días están contados para quienes buscaban ingresar a la universidad y las mismas universidades, empezarán a sentir penurias económicas por la deserción.
Habrá alguien pensante en Colombia o tendremos que buscarlo en los semáforos.
BLANCO: Tenemos valerosa Corte. La Ley de financiamiento fue derogada.
NEGRO: La soberbia, la ira y la arrogancia del saliente alcalde Peñalosa, que quiere eliminar los columbarios para construir un parque. El afán de contratación de Peñalosa no tiene límites. También lo hizo a marchas forzadas con Metro. No dejará nada a su sucesor.