FUAD GONZALO CHACÓN | El Nuevo Siglo
Domingo, 10 de Marzo de 2013

Escalpelos en alto

 

Encendida la cámara vemos a un Adam sonriente que enhebra aguja e hilo para suturar el profundo corte abierto de su rodilla ante la mirada expectante de su gato. Puntada tras puntada, une los pedazos de carne viva que, dada su impericia en asuntos de quirófano, evolucionarán en una indeseable cicatriz. Al final, hace un nudo improvisado y corta el exceso de cuerda con una tijera. “No ha quedado mal” dice, mientras se incorpora, su accidente reciente ya es historia.

Así empieza “Sicko”, un sonado documental de Michael Moore que muestra la descarnada realidad de los norteamericanos sin seguro médico. Hombres que deben ingeniárselas con caseras maromas ambulatorias para sobrevivir a sus padecimientos sin quebrarse en el camino. Un paralelo nada descabellado con la realidad de nuestro sistema de salud, aquel macabro entramado de trámites burocráticos y consentimientos informados que firman sin replicar pacientes próximos a la inconsciencia que claman por algo de piedad mitigante entre tanta agonía.

Ante esto, el Gobierno está impulsando una reforma a la salud que deberá estar aprobada para junio, según matemática del ábaco ministerial. Las múltiples píldoras que el ministro Gaviria ha estado lanzando en sus entrevistas permiten esbozar un esperanzador bosquejo de revolcón que empezará por la eutanasia a las EPS, son ellas parte del cáncer que debilitó a la Ley 100. Su desvergüenza y corrupción ha apagado de lejos la vida de más colombianos que la violencia misma. Muchos cadáveres cargan ellas encima, sus eternas filas de espera están manchadas de sangre.

Deseo como usuario que sea esta la gran reforma que la salud de nuestro país tanto necesita. Ya no es suficiente con paños de agua tibia porque este paciente se nos está yendo y nadie había querido hacer nada para impedirlo. Pero infortunadamente no puedo ser ajeno al trámite legislativo, ese campo minado donde los senadores que manejan los emporios médicos de sus regiones se romperán las vestiduras para evitar un cambio significativo. Introducirán micos, bloquearán votaciones y pedirán sus respectivas motivaciones monetarias.

Suerte, Ministro. Empuñe fonendoscopios y escalpelos en alto para defender este proyecto y no permita que las desdeñables costumbres legislativas de siempre se impongan. Hágalo por los Adams anónimos de este país que ahora mismo se cosen hasta el alma porque no tienen con qué pagar un zurcidor profesional. Dejaremos esta reforma en observación y con pronóstico reservado, aguardando que los embates destructores que previsiblemente se darán en el Congreso no la manden al traste. Ojalá que por fin la gente pueda morirse de vieja y no por incompetencia burocrática terminal. Nuestra eterna enfermedad.

 Obiter Dictum: Al principio no fui muy optimista con la revocatoria del mandato de Petro. No porque crea que lo esté haciendo muy bien, sino porque conozco suficiente a la Constitución para saber que los mecanismos de participación vienen saboteados desde la fábrica. Aún así, últimamente veo a la iniciativa robustecida y por ello oficialmente me subiré al bus ganador. Cuente conmigo, Miguel Gómez. Si alguna vez haremos funcionar esta cuestionable figura que sea en esta ocasión.

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@FuadChacon