¿No le gritan a Petro los ricos del país, Fuera Petro? ¿No están reproduciendo el mismo mensaje que lanzaron cuando mataron cinco mil militantes de la Unión Patriótica? ¡Son unos asesinos! ¡Los mismos que gritan Fuera Petro! Porque es que no se pueden aguantar que alguien con café de leche en la piel y que no es de sus familias y que no le interesa ser de sus familias, ni conquistar una esposa de sus familias, ni meterse a sus clubes, ni comprar sus acciones, que les ha exigido hablar de tú a tú y mirando a los ojos y de frente; y no con la puñalada trapera a la que estaban acostumbrados. No se lo aguantan como Presidente de la República.
Ahora andan ahí tratando de ensuciar el triunfo del 2022 diciendo que la mafia dio dineros, que DailyCop, que nos compramos un avión que quién sabe dónde estará, que plata por aquí, que plata por acá. Una y otra vez durante dos años la prensa repitiéndole a los colombianos como Goebbels que nuestro triunfo no es legítimo”
Lo que usted acaba de leer, son fragmentos del discurso del presidente Gustavo Petro a los militantes del Partido Colombia Humana, el pasado 19 de agosto. No es evidentemente el discurso de un candidato, ni el del líder político de un país contradictor. Tampoco el de un movimiento revolucionario perseguido por el aparato estatal. No, los pedazos de discurso que usted acaba de leer, y que seguramente aún no termina de digerir, son los del presidente de todos los colombianos, elegido democráticamente hace más de dos años, y quien hoy escupe toda su ira sobre quiénes no somos afines a su modelo de gobierno que, confiamos muchos, solo dure por dos años más
No es la primera vez que el presidente se refiere a los colombianos que no lo aplauden de forma tan peyorativa. Ya nos había llamado a quienes salimos el 1 de mayo a ejercer el derecho constitucional contemplado en el artículo 37, como La Marcha de la Muerte. Ya también nos había calificado como “Blanquitos Ricos” a quiénes nos atrevimos a criticar el paseo de la vicepresidenta Francia Márquez a África o la visita neocolonialista reciente. Ya ha insistido en dividir de forma irreparable al país cuando dice que quiénes compartimos principios ideológicos con la derecha, “No le perdonamos su único pecado: No ser de la oligarquía”. Y así, un discurso de división permanente cargado de falacias para lograr sostener su narrativa de resentimiento y una serie de afrentas reiteradas, que no alcanzaríamos a recopilar en estas líneas, contra quienes exigimos que el presidente cumpla con sus mandatos constitucionales.
Olvida Gustavo -y me refiero a él por su nombre de pila, porque alguien que deshonre la dignidad presidencial insultando a su pueblo no debería tampoco ser honrado con el título de Presidente- que a los colombianos que decimos Fuera Petro y a los que él señala, no nos molesta ninguna de las banalidades que esboza en su discurso. A nosotros no nos molesta ni su origen, ni su color -que me atrevería a decir comparte con mucho más de la mitad de los colombianos-, ni el hecho de que no le gustemos las mujeres que, si bien tuvimos algún tipo de privilegios muy al estilo de su esposa, hemos dado la defensa de forma determinada por las familias, la democracia y la libertad en este país.
No Gustavo. El 65% de este país dice Fuera Petro, por lo ilegítimo de su mandato en el que quedó electo violando todos los topes. Decimos Fuera Petro, por su incapacidad para gestionar los destinos de nuestro país, por su condescendencia con sus amigos corruptos a quienes tiene atornillados en sus puestos a cambio de su silencio, porque sus caprichos retóricos acabaron con nuestra seguridad energética y con nuestra salud, porque su complicidad con los grupos delincuenciales tiene sumida a Colombia en la peor de las violencias, porque sus afanes autócratas quieren robarnos el derecho que tenemos en democracia a que usted salga del poder, porque sus discursos de odio nos han dividido de forma casi que irreparable.
Usted no merece ser llamado Presidente cuando vilipendia a los colombianos que queremos este país y que estamos dispuestos a defenderlo. A los colombianos que resistiremos para que, a partir de 2026, usted solo sea uno de nuestros peores recuerdos.
Fuera Petro.