Mientras en la contienda electoral soplan vientos que azotan todos los ánimos, ya en las dos últimas semanas a la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que serán las de altas acusaciones, debería llamar la atención, especialmente a los indecisos, de a quién se le entregará el timón de la economía y el relevo en su dirección de un barco que avanza a buena marcha.
La importancia de construir sobre lo construido puede parecer frase de cajón, pero en estos momentos, viene a la medida.
Mas allá de todos los vaticinios, el DANE acaba de presentar como cifra de crecimiento del Producto Interno Bruto del 8.5% anual, para los tres primeros meses del año, que es superior a los pronósticos de todos los expertos. La economía colombiana se sitúa incluso como la tercera de mayor aceleración en el mundo, siguiendo a Portugal y el Reino Unido, para el período justo anterior al inicio de la guerra de Rusia en Ucrania.
Es cierto que la tasa de desempleo y la inflación sean los vientos en contra, sin embargo, se resalta que este crecimiento se compara con el mismo trimestre del año anterior que fue el primer trimestre con un resultado positivo después de la caída del 2020. Luego el rumbo y la tendencia es aún mejor. Por encima de la inercia se ubica una dinámica de una Colombia pujante que va por buen camino (como reconoce un 77% de las personas en la reciente encuesta de Yanhaas). Son cifras que también se reflejan en los mejores índices de pobreza monetaria y extrema y que presionarán mejores tasas de empleo.
El dinamismo sectorial lo aportan el crecimiento en el comercio, transporte, reparación de automotores, transporte, almacenamiento, alojamiento y servicios de comida; la industria manufacturera y las actividades de entretenimiento y recreación, artísticas y de hogares individuales como productores de bienes y servicios.
Hay que resaltar que desde el punto de vista de los componentes del gasto crecen tanto los gastos en consumo como la formación bruta de capital, es decir la variación de existencias, las adquisiciones y activos de capital fijo, que es una señal de confianza y emprendimiento.
No obstante, al observar el Índice de Seguimiento de la Economía (ISE) que reúne doce actividades económicas, las actividades primarias como agricultura, ganadería, pesca y silvicultura como la explotación de minas y dentro de las secundarias, la construcción, figuran con un desempeño inferior al promedio histórico, lo cual implica la necesidad de impulsar con mayor fuerza a estos como sectores vulnerables.
El próximo timonel será la persona que sostenga la dirección de la embarcación en forma adecuada, encargándose de efectuar las curvas necesarias, de evitar un viraje inadecuado para mantener este avance, este que nos distingue del resto del mundo. Esperar que quien prometa en la tormenta, no lo olvide en la calma y sea un cauto marinero. Bien se dice que: el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas, de nosotros depende. Corre buen viento.
*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI
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