La huella del carbón
Cuando descubrimos nuestra riqueza carbonífera y la calidad de este mineral para la producción de aceros especiales y energía, consideramos que al país se le abrían las puertas del progreso y la riqueza. Fue entonces cuando la producción artesanal, empezó a dar paso a las grandes explotaciones y al ingreso de las multinacionales carboníferas.
Muchos de los que se han dedicado a la extracción del mineral han perecido sepultados, ante la inexistencia de normas de seguridad, pero ahora que han llegado las multinacionales a sacar el carbón, los estragos se han multiplicado y castigado seriamente, a la ecología, a la economía, al turismo y la población en general. Son precarias las normas que han sobrevivido al difícil tránsito por las entidades responsables de cuidar y asegurar el manejo responsable de los recursos naturales. Pareciera que los “lobistas”, que abundan en nuestro medio, han hecho muy bien su trabajo, para que los abusos proliferen día a día, para beneficio de las multinacionales y el perjuicio para el país.
Es lo que está sucediendo ahora con la Drummond, empresa que deja la huella del carbón a lo largo y ancho de un extenso territorio costeño, con énfasis en el mar samario.
He visto la forma como se transporta el carbón a través de los ferrocarriles en Estados Unidos. Allí, de donde es la Drummond, se exigen vagones herméticos, que después de haber sido cargados con el mineral, deben limpiarse para que no vayan dejando el contaminante polvillo a lo largo de la carrilera. Contrasta esto, con lo que se observa en la Costa. Son trenes interminables, con vagones destapados, que dejan la huella del carbón a lo largo de su recorrido, ocasionando toda suerte de irreparables daños. Y qué decir de lo que sucede cuando cargan los buques con inestables barcazas enrareciendo el fondo marino.
Por fortuna, este gobierno a través del Ministerio de Ambiente, ha puesto en cintura a la Drummond y le prohíbe operar, mientras no maneje las cosas y cumpla las normas, con la responsabilidad y seguridad requeridas. En esta operación el único ganador es Drummond, el país sale perdiendo, porque los ingresos por las exportaciones, no cubren los irreparables daños ecológicos y económicos.
BLANCO. Los 780 millones de pesos de capital semilla que otorgó Bavaria a través de su programa Destapa Futuro a 12 emprendedores. Valioso ejemplo.
NEGRO. La lamentable renuncia del Papa.