Con la "máxima ilusión", pero conscientes de que su aura no basta para ganar medallas, los españoles Rafael Nadal y Carlos Alcaraz aseguraron este miércoles que se esforzarán al máximo para suplir la falta de preparación con la que llega la dupla a los Juegos de París.
A un paso de iniciar su andar en el tenis olímpico, que inicia el 27 en Roland Garros, Nadal puso paños fríos a la euforia desatada por su participación en dobles con el vigente campeón de Roland Garros y Wimbledon sin disimular las buenas sensaciones que vive al disputar sus "últimos" Juegos.
"Entiendo el morbo, la ilusión de vernos jugar juntos, no pensemos que eso se traduce en éxito, creo que es un error. Al final, Carlos no ha jugado muchos dobles y yo no he jugado mucho ni en dobles, ni muchos individuales", dijo Nadal en rueda de prensa junto al equipo olímpico de tenis de España.
Ganador de 22 Grand Slam, incluidos 14 Roland Garros, Nadal admite que jugar en tierra batida es un punto a favor de la dupla y de la participación de ambos en individuales, en una cancha en la que este año Alcaraz conquistó el título.
El momento de Alcaraz
"Confiamos en el gran momento que tiene Carlos", aseguró el jugador de Manacor. "Nos vamos a esforzar al máximo para intentar al menos irnos con la tranquilidad de haber hecho todo lo posible", en la pelea por medallas para el equipo español.
A su lado, un sonriente Alcaraz aseguró que vive "un sueño" al poder disputar en su debut olímpico el doble con Nadal.
Considerado el sucesor de Nadal, al sumar cuatro títulos del Grand Slam con sólo 21 años, Alcaraz también se mostró cauto y advirtió que la estelar dupla no es sinónimo de medalla.
"Lo que puedo decir es que vamos a dar todo lo mejor de nosotros (...) con muchísima ilusión, ojalá podamos disfrutar y podamos hacer un buen juego", aseguró el tenista de Murcia, que llega a París tras conquistar Wimbledon.
En la cita parisina Nadal irá en busca de más preseas para sumar a la medalla de oro conquistada en individuales en Pekín-2008 y la de dobles en Rio-2016, en un torneo olímpico que vuelve a la tierra batida por primera vez desde Barcelona-1992.
Juventud que contagia
En medio de un clima distendido, Nadal reconoció que estar en la Villa Olímpica -lejos de las comodidades y los lujos que durante todo el año acompañan a las figuras de la ATP- y junto a un compañero tan joven lo devuelve a sus primeros años en el circuito.
Estar con Alcaraz "de alguna manera te rejuveneces, te hace acordar la energía que tienes cuando tienes 20 años, que es un mundo diferente", dijo Nadal, a sus 38 años y transitando las últimas páginas de su carrera.
Nadal, fuera de los cabezas de serie de individuales, espera tener "suerte" en el sorteo del cuadro que se realizará el jueves.
Mientras que su 'heredero' reconoce que de Rafa puede aprender "todo", sobre todo la "manera de luchar en la pista, de nunca dejarse ir".
Un espiritu de lucha que será necesario en el tenis de París-2024 donde el cuadro masculino luce extremadamente competitivo con Novak Djokovic y el italiano Jannik Sinner entre los candidatos al oro.