Gabriel Ortiz | El Nuevo Siglo
Viernes, 10 de Junio de 2016

BLANCO Y NEGRO

Recuperar a Bogotá

BOGOTÁ, ciudad sin Dios ni ley, parece que encontró el norte que la pueda sacar del caos en que vive. Se considera que esta ciudad ha tenido alrededor de 800 alcaldes desde 1538, siendo su primer burgomaestre el fundador Gonzalo Jiménez de Quesada. Los ha habido excelentes, buenos, regulares, malos y desastrosos.

 

La atropellan todos los vicios, con habitantes que la detestan -pero la usufructúan- que la desprestigian, la destruyen, la marchitan, y la abominan y repudian.

 

Ahora quiere vencer todas esas dificultades y ha encontrado la fórmula: un personaje probado y comprobado entre el 95 y el 97. No es otro que Antanas Mockus, ese filósofo matemático que utilizando los medios más elementales, con mimos payasos y trabajadores sociales nos enseñó a convivir pacíficamente, a respetar los turnos, las cebras, las señales de tránsito, el transporte público, el espacio, los niños, los mayores, el hogar, los vecinos, los incapacitados, las fachadas y monumentos, combatir el vicio, y en general las normas que garantizan una existencia amable y civilizada.

 

La famosa “pirinola” de Mockus nos animó a aportar para lograrlo cuando decía: todos ponen. O el pulgar hacia arriba que nos permitía sonreír y compartir cuando se ofrecía un derecho o un aporte positivo del todo bien.

 

Este hombre, sucedido desde el 98 por Peñalosa, Garzón, el tristemente recordado Samuel, Clarita y el cuestionado Petro, tiene la clave para restaurarnos el amor, el respeto y el ímpetu que resuciten a la malograda capital.

 

En buena hora Peñalosa, con generosidad y sin celos, encomendó semejante compromiso a Mockus, porque conoce sus capacidades, empeño y éxito en la recuperación de la convivencia, el orden y el amor por la Capital de Colombia para  beneficiar a sus habitantes.

 

Lloverán las críticas como cayeron cuando se actuó contra el Bronx. Los amigos del desorden, del crimen, de las diferentes modalidades de tráfico de drogas, armas y personas buscarán truncar el propósito Peñalosa-Mockus, pero se enfrentarán a una decisión imperiosa: recuperar Bogotá para los Bogotanos, para el país y para el mundo.

Hay que regresar al orden, al respeto, a recoger las heces, parques para los niños, ciudad sin Bronx, grafitis racionales, seguridad etc. Así habremos adelantado un camino hacia la convivencia y el respeto a la vida. ¡Buena esa!

BLANCO: La paz bien vale Plebiscito o consulta: ¡es la paz!

NEGRO: El zapatazo que nos propinó Adidas: columbia.

gabrielortiz10@hotmail.com