EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ve el nuevo proyecto de reforma a la salud del gobierno Petro?
HONORIO HENRÍQUEZ: Casi a escondidas radican una reforma a la salud sin cambios sustanciales, prácticamente la misma que fue hundida en la Comisión Séptima de Senado, sin aval fiscal y sin fuente de financiación clara.
Nuevamente pasamos a un pagador único, UPC fracturada, gestoras recibiendo billones sin las mismas responsabilidades que hoy en día tienen las EPS.
De 152 artículos pasamos a 49 sin cambiar lo sustancial: las bases, los lineamientos de un sistema público y de aseguramiento social que no tiene respaldo científico. Sigue siendo lo mismo.
ENS: ¿Notan alguna diferencia entre este nuevo proyecto y el que se hundió hace unos meses?
HH: Sigue siendo lo mismo, pero sí hay un cambio muy curioso: En el texto que archivamos se proponía la eliminación de las EPS, pero en este nuevo texto proponen una transformación en gestoras de salud y vida, después de que algunos amigos del Gobierno y exfuncionarios las han tildado de máquinas de muerte y han arremetido contra ellas.
ENS: ¿En algún momento los llamaron a concertar el articulado?
HH: Hablaron de un gran acuerdo nacional, pero desconocíamos el texto y no nos fue compartido oficialmente antes de su radicación.
Preocupa que el gremio de pacientes y usuarios informan que no fueron escuchados o atendidos sus solicitudes y preocupaciones en el nuevo texto.
ENS: El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, dijo que este proyecto de reforma es muy parecido al que se hundió, ¿correrá la misma suerte?
HH: Obrando de manera coherente devuelvo la pregunta a los colombianos que nos leen: Si el proyecto, en palabras del propio ministro Guillermo Alfonso Jaramillo y la exministra Carolina Corcho, es el mismo, ¿cómo deberíamos votar?
Si sigue sin fuentes de financiación, si no hay forma de financiar una reforma y asegurar la sostenibilidad del sistema, ¿es una reforma viable? ¿Sería responsable votar ahora distinto una reforma que es prácticamente la misma?
Prioridad
ENS: ¿En este momento la reforma a la salud es una prioridad, incluso, por encima de la situación de crisis que hay en el sector?
HH: La solución a la crisis premeditada del sistema de salud no es una reforma, sino la administración de los recursos, la falta de presupuesto para atender las necesidades en salud de los colombianos; es atajar los malos manejos, castigar a quien lo hace mal y premiar a quien lo hace bien.
El Ministerio de Salud reporta un déficit en el presupuesto para 2025 de más de $10 billones para funcionamiento y $1,5 en inversión, que nosotros consideramos que es más por los reajustes de la UPC y presupuestos máximos.
Si no se soluciona el tema de la financiación y no hay aumento de recursos para el sistema, no hay reforma que sea viable.
ENS: ¿Qué va a pasar con otros proyectos de reforma a la salud que está radicados?
HH: Los que cursen en la Comisión Séptima de Cámara deberán ser acumulados por economía procesal y unidad de materia legislativa.
Pero los que cursen en otras comisiones, como los que proponen normas estatutarias, deberán acumularse, seguir su curso y lograr cuatro debates en esta nueva legislatura.
ENS: ¿Cuáles son las prioridades que debe atender una reforma a la salud?
Lo hemos venido proponiendo de meses atrás, nuestro sistema necesita nuevas fuentes de financiación, más recursos que no impliquen más impuestos o nuevas reformas tributarias para los colombianos.
Además, mejorar al personal de salud en contratación, pagos y condiciones laborales dignas. También, dar agilidad en la entrega de medicamentos, autorizaciones de exámenes y atenciones médicas con especialistas.
Queremos más promoción, prevención y atención en el sector rural. Revivir el Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud.
La reforma también debe contener un sistema único de información, tomando como base lo que ya hay: Sispro, Ruaf, Lupa al Giro, mejorarlo y fortalecerlo
Asimismo, exigirles óptima acreditación en salud a las EPS y una garantía de pago a acreedores en caso de liquidación.
Nuestro sistema ha tenido avances. El gasto de bolsillo es de los más bajos del continente, requiere de ajustes no de destrucción y en esos ajustes hay que recordar que en primer lugar está el paciente, el afiliado, el cotizante, pensar primero en la salud preventiva de los colombianos, garantizando la calidad en la prestación por igual en el sector rural como en el urbano, y con una financiación clara y sostenible que se traduzca en los presupuestos necesarios, que deben ser manejados de manera pulcra.