Inicia bien su mandato, se posesionará en enero próximo. El alcalde Carlos Fernando Galán nombró para el empalme a personas conocedoras de los problemas de la ciudad, tiene claros los objetivos, prudente, alejado del populismo, reconociendo aciertos de predecesores, en contacto con la ciudadanía.
Galán no triunfó con clientelismo, ni injuriando a los demás candidatos; es dueño de talante liberal, posee sentido común, la corrupción no cabe en su administración, contrasta su actitud con la de funcionarios públicos en diferentes niveles que yerran a diario y perturban el funcionamiento de las instituciones democráticas, se propone culminar obras en ejecución, proseguir con la del metro sin modificar el diseño de la primera línea para construirlo elevado, cumpliendo lo estipulado en contratos debidamente suscritos con empresas Chinas, ha sido enfático en manifestar lo anterior al presidente Gustavo Petro quien insiste en obstaculizar el desarrollo de la obra.
Hace cincuenta años Bogotá contaba con dos millones de habitantes, ahora su población asciende a más de nueve millones, carece de memoria histórica, multitud de problemas se reflejan en el diario transcurrir, pero posee patrimonio histórico importante y las empresas de servicios públicos cumplen su misión, a veces no tan eficientemente como querríamos; sin embargo, han venido desarrollando proyectos indispensables que requieren intensificarse para cubrir necesidades comunitarias.
Por fortuna ganó Galán, nuevo aire se respira, los ciudadanos hemos contraído el compromiso de acompañar a la administración entrante, estaremos atentos a sus instrucciones, especialmente en las áreas de seguridad y movilidad, aspiramos a residir en una urbe donde no peligren nuestras vidas y bienes ante la arremetida de la delincuencia.
En referencia a la polémica intervención suspendida de la carrera séptima le asiste razón al burgomaestre de analizarla a fondo, han sido recurrentes las observaciones a lo aprobado, sería fatal para la capital equivocarse en la construcción de un programa catalogado de verde, que crearía más trancones, congestiones, dificultades, con crecidos sobrecostos en su ejecución.
Será fundamental el trabajo del Concejo, ningún partido o grupo resultó mayoritario en la repartición de las cuarenta y cinco curules, que corresponden en mayor número a la Alianza Verde y el Nuevo Liberalismo. Notamos el interés de los aspirantes por participar de manera positiva y la existencia de coincidencias con los planteamientos del alcalde, ojalá que la labor del órgano administrativo contribuya al avance de la ciudad, que si hay oposición esta sea constructiva, los concejales son responsables de la actividad normativa de la capital.
Destaco como Galán ha expresado: “Mi visión para Bogotá es sencilla y poderosa, un territorio y una ciudadanía que prospere en armonía, donde cada persona tenga acceso a oportunidades y disfrute de una verdadera calidad de vida, donde se pueda mover tranquilamente, en donde la dignidad y los derechos sean siempre respetados”.
Coincidimos en su aspiración, el mañana no da espera, una gran ciudad no la construye una sola persona, desde luego hay muchas cosas por hacer, prioritaria la terminación de obras y precisar las futuras.