Gaviria y el liderazgo democrático | El Nuevo Siglo
Viernes, 8 de Noviembre de 2024

La democracia necesita lideres tal vez más que cualquier otra forma de gobierno, sostenía Sartori. De manera tranquila y muy bien informado sobre las nubes negras que amenazan la democracia colombiana, el expresidente César Gaviria afianzó su liderazgo en el Partido Liberal.

Al mensaje central dirigido a la Convención Liberal no le falta ni le sobra un adjetivo. Es tan sobrio como preciso, y fue escrito sin temores ni rencores. Publicado completo por El Tiempo (02-11-24) es una mirada crítica a los problemas actuales del país causados por los desatinos del gobierno Petro. Sí, porque desconsiderar la pequeña riqueza que nos dan el café, el gas, el petróleo, el carbón, ha llevado a la ruina a comunidades enteras de trabajadores y campesinos, sin que ese freno tenga incidencia alguna en la batalla contra el cambio climático.

Está bien que se preocupe por Gaza, pero no está bien que desconozca la pobreza de la región de La Mojana y no lea los densos estudios que contienen las soluciones a las inundaciones del Río Cauca. Esta es una de las pruebas de que este “gobierno es el más flojo y difícil de entender de nuestra historia”, como afirma el líder liberal. La defensa del Estado de Derecho, de la Constitución del 71, de las instituciones que a su amparo hemos construido, el respeto y el acatamiento de las decisiones judiciales, constituyen el eje central de su mensaje.

La propuesta de un candidato que surja de la consulta en las elecciones parlamentarias aún no ha sido respondida desde la responsabilidad política que el momento requiere. Sin embargo, es reconocida como oportuna e importante, y varias colectividades se disponen a esas primarias.

Ojalá participaran personalidades como Claudia López y Sergio Fajardo. Claudia no es fácil de encasillar en la izquierda radical y sola puede aferrarse al salvavidas del petrismo. Fajardo, respetado demócrata, no debiera seguir como el navegante solitario que nunca llega a puerto. ¿Y Vicky Davila? Aún no admite públicamente que es candidata. Se ha ganado un gran espacio político por su garra y su tenacidad. Sus flechas, lanzadas al gobierno Petro, por lo regular dan en el blanco. Es una voz que quieren callar. Se equivocan. Más la rodeará el pueblo colombiano.

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Del amor eficaz

 “El amor debe de ser eficaz”, es una frase que Petro usa de tiempo atrás, pero en estos días lo hace con más frecuencia. Parece una expresión amable e ingenua a pesar de llevar consigo una inmensa carga ideológica y suscitar recuerdos tristes de la historia reciente de Colombia.

“El concepto de amor eficaz fue desarrollado por el sociólogo Camilo Torres, quien con su ejemplo permitió descifrar el espacio antropológico en el que el amor eficaz se hace realidad”.

El padre Camilo era una figura popular y querida por el pueblo colombiano, sobre todo por los jóvenes de entonces que lo veían como la otra cara de esos jerarcas de la Iglesia que con frecuencia aparecían al lado de los dictadores y bendiciendo las casas de los potentados.

Sus estudios en Lovaina, cuna de una sociología de ocasión más propensa al activismo político que al análisis del comportamiento humano, lo condujo a un compromiso evangélico con el hombre contemporáneo. No superó la confusión entre el Humanismo Ateo y el Humanismo Cristiano. Marx y Jesús eran figuras que, en vez de contraponerse, se presentaban como coincidentes. Olvidaban que Marx consideraba la religión como el opio del pueblo.

Camilo ingenuo y confuso interpretaba que como el amor tiene que ser eficaz se debía recurrir incluso a la violencia para lograr los cambios que sirvieran al pueblo. Para dar ejemplo se fue a la guerrilla del Eln. Cuatro meses después, Fabio Vásquez, quien no aceptaba rivales, lo envió al sacrificio: un grito de dolor se sintió en todas las esquinas de Colombia.

Se aproximaba la época “de la Iglesia popular”, del documento de Medellín y de Golconda, de la Teología de la Liberación. La Populorum Progressio (1967) de Pablo VI, dio lugar a interpretaciones que dividieron a obispos y sacerdotes en Latinoamérica.

Juan Pablo II en la “III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano” (Puebla, 1979) leyó un mensaje considerado aún como la lección de lo que debe de ser la Evangelización Católica: “Se pretende mostrar a Jesús como comprometido políticamente… Como el subversivo de Nazareth… Implicado en la lucha de clases… Jesús… rechaza inequívocamente el recurso a la violencia…”.

Las palabras de Juan Pablo II no pudieron ser oídas por “el sacerdote guerrillero”.