“Institución que pertenece a todos los colombianos”
PRISMA
Nuestra Policía Nacional
Sí, digo nuestra policía, porque la institución no es del Gobierno, ni de los políticos, tampoco de los ofíciales en actividad, menos de los retirados, no, la policía pertenece a los colombianos en general, es Colombia que la admira, respeta y lleva en el corazón, pues esta noble institución está ligada a la historia del país y desconocer su gesta es desconocer la tradición.
Este mes y año al cumplirse los ciento veinticuatro años de su fundación, el Presidente de la Republica en acto conmemorativo realizado en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, hizo un merecido reconocimiento a la Policía Nacional de Colombia, efectuando un balance de sus progresos en diferentes sentidos, mostrándola como distintivo patrio, especialmente en la lucha contra el narcotráfico, el secuestro y la extorsión; refiriéndose también el Primer mandatario a los avances logrados en tecnología y desarrollo institucional, para alcanzar la profesionalización de sus hombres en diferentes áreas operativas, incrementando especialidades que consecutivamente están dinamizando las unidades.
Si nos asomamos a la historia veremos el nacer institucional impregnado de una filosofía y doctrina que a lo largo de los años ha marcado el derrotero en el servicio a la comunidad, salpicado de sacrificios y entrega al cumplimiento del deber sin medir consecuencias, llegando los hombres que abrazan de corazón las banderas institucionales al supremo sacrificio en defensa de la sociedad; sin faltar claro está, los insalvables impasses producto del recurso humano proclive algunas veces a desviar el horizonte y mandato policivo, actuando en contra de los reglamentos y protocolos de carrera, obligándose la institución a tomar medidas radicales para depurar sus filas de elementos nocivos a su ideal y honor. Mucho ha debido luchar la Policía Nacional para incorporar lo mejor del grupo social a la institución, mucho esfuerzo han hecho los mandos en busca del profesionalismo de sus hombres, hasta llegar al punto que hoy alcanzamos de ser una institución mundialmente reconocida por las calidades de sus componentes y las realizaciones obtenidas en varios sentidos, especialmente por la lucha contra todo tipo de delincuencia, bien sea común u organizada.
Pero todo intento de progreso tiene nubarrones y no es nuestra policía la excepción, en los últimos días, cuando más prestigio exhibe esta organización policial, salen detractores tratando de desdibujar el buen nombre de sus mandos y lógico, la imagen institucional tan cara a nuestros sentimientos; haciendo manifestaciones de inconformismo e invitación a la protesta, hombres posando de doctos y otros que respaldan pero esconden sus rostros, demostrando desconocimiento del conducto regular y protocolos institucionales, generando confusión, olvidando la existencia de varias vías para debatir temas sensibles a los intereses institucionales, bien diferentes a los medios hasta el momento utilizados, qué pena con el país, ¡no es el talante de nuestros policías!