GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT V. | El Nuevo Siglo
Martes, 19 de Febrero de 2013

Los ciclistas ¡qué problema!
No es la primera vez ni será la última que escriba sobre este problema, convertido en amenaza para deportistas y conductores, en las vías de salida y entrada a Bogotá los fines de semana, no creo que exista un habitante capitalino exento de sufrir este calvario. So pena de replicar lo tratado en nota anterior, no puedo dejar de volverme reiterativo ante la gravedad de la situación y permítanme hacer un relato del panorama.
Como lo exprese, anteriormente en las rutas vecinas al Distrito Capital los fines de semana especialmente los domingos, se dan cita un número representativo de aficionados al ciclismo, con el fin de practicar el ejercicio de su preferencia, hasta ahí las cosa van bien, pues el deporte es muy importante en todos los ámbitos de la vida, y es obligación del Gobierno facilitar la actividad de las diferentes disciplinas competitivas, pero, este escenario se torna un tanto complicado porque las autoridades no han reglamentado el uso de estas vías, y debemos recordar que las carreteras son concebidas especialmente para el empleo de automotores y nunca fueron planeadas para la utilización a que hacemos referencia, por lo tanto a lo largo del camino se va desencadenado un duelo por el disfrute de la calzada, donde se pone en peligro la integridad de los unos y los otros. De una parte los deportistas que van en grupo no cuentan con dirigentes o regentes que los organicen y fije pautas de buena conducta, a mas de observancia ante la normatividad vial, presentándose lógicamente un desorden amenazante, originado por el espíritu competitivo que acompaña a los participantes, quienes fácilmente olvidan los peligros del sector, la presencia de automóviles y demás vehículos, colocándose en situación de riesgo para su vida; en cuanto a los conductores deben revestirse de mucha paciencia y esperar que nuestros amigos los ciclistas tomen conciencia de la invasión vial y den paso de manera prudente y segura. Dura discordia se vive en estos tramos pues los protagonistas creen cada cual tener la razón dificultando por ello un buen entendimiento, y compartir la carretera, lo que ha terminado muchas veces en enfrentamientos bélicos sin justificación valedera.
Son demasiadas las escenas protagonizadas por estos enfrentamientos y demasiadas las desconsideraciones e imprudencias enfrentadas en nuestras carreteras, que han terminado con accidentes mortales sin ninguna consecuencia para los responsables de reglamentación u organización de vías. Mi propuesta en esta oportunidad esperando tener oídos abiertos en las autoridades, es concentrar los eventos cada fin de semana por una vía diferente, cerrándola determinado tiempo, previniendo a los usuarios con suficiente antelación, para que programen sus desplazamientos, otra sería formar caravanas con acompañamiento de autoridad, que encapsule el grupo, lo proteja y obligue a respetar normas de seguridad.