El gobierno del cambio nos sorprende con una nueva perla: Violeta, alias “Violeta”, joven y agraciada guerrillera, conocida de autos por su doble militancia (ELN y MRP), que reivindicó el mortal atentado en el Centro Comercial Andino de Bogotá, ha sido designada como “Gestora de Paz” y queda libre para negociar la “paz total” en Caracas.
No es la primera vez que una gracia presidencial de este tipo se presenta. Ya el presidente Uribe había hecho lo propio con Elda Neyis Mosquera, alias “Karina”, mucho menos agraciada, temible líder del Frente 47 de las Farc-EP de quien, se dice, antes de guerrillera, ejerciendo la agricultura, era contratada única y exclusivamente para “sembrar el pánico” en toda la región del Urabá antioqueño bananero.
A Karina se le atribuyen hechos criminales contra sedes militares, asesinando a muchos oficiales y, dicen, hasta “haciendo la 21” con las cabezas de algunos de ellos y, también, se le sindica de tener pactos con el diablo, antes de entregarse a las autoridades, por allá en el 2008. Ella niega todas esas imputaciones, incluso la de haber participado en el asesinato del padre del propio presidente Uribe, pero no pudo negar sus masacres de militares en el Batallón de Fusileros en Juradó (Chocó), en la Base Militar del Cerro Montezuma, en Pueblo Rico (Risaralda) y en la toma del corregimiento de Arboleda en Pensilvania (Caldas), faltando datos de otros municipios.
Pero quedó libre en su novedosa condición de “Gestora de Paz”, para ayudar a construir la convivencia con las FARC. Recordemos que también Álvaro Uribe -ingenuamente, seguramente pensando en la liberación de Ingrid Betancur y compañía- se puso a hacerle caso al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y en el 2007 puso de patitas a rodar en la calle al guerrillero Rodrigo Granda, alias “Canciller de las Farc”, quien entró a ostentar aquella misma calidad, sin dejar el fusil.
Pero como nadie sabe para quién trabaja, de pronto funcionen las cosas y esos redomados insurgentes puedan aportar algo bueno a la humanidad -aunque haciéndole conejo a sus víctimas- so pretexto de buscar la pacificación de esta dolida Patria. Igual sentimiento se me ocurre frente a la actitud del empresario ganadero José Félix Lafaurie, aunque su esposa, María Fernanda Cabal, líder de la oposición al gobierno, prefiera hacerle el quite a esa “toma de alternativa”. Pero creemos en el buen criterio de “Pepe” quien, además de empresario y técnico en su área, es político por naturaleza – verdadero zoon politikón- y muy bien sabe que “quien no hace política, se la hacen” y prefirió estar en la primera línea de fuego del experimento de paz con el Eln que ha programado el presidente Petro.
Y muy bien conoce Pepe que debe entrar a lidiar con dos premisas: “vaca ladrona no olvida el portillo”, como pasó con buena parte de la guerrillerada fariana, que sigue delinquiendo, y que, en tratándose de un movimiento guerrillero tan arisco, como el Eln, “es más fácil juntar un par de estribos en una yegua barrigona” que negociar con semejantes vacas sagradas y fundamentalistas.
Post-it. Qué “mala leche” la de Petro, derogando el “Día Sin IVA”, con tal de llevarse por los cuernos a Iván, a sabiendas de que el país entero llevará del bulto.